Gran marcha por Gisela y por Florencia

El pasado 28 de enero, decenas de pibes de las barriadas de San Miguel y Los Polvorines se congregaron, una vez más, al cumplirse dos años del asesinato de Gisela Barreto a manos del policía Francisco Javier Talavera. Como contamos en números anteriores de Prensa Obrera, la causa está empantanada en el Juzgado de Oscar Quintana. Con una impresionante batucada y una gran energía se cantaron canciones y consignas contra el “gatillo fácil”, por justicia y cárcel a los asesinos durante todo el trayecto desde el Hospital Bocalandro (donde asesinaron a Gisela) hasta la Comisaría 5ta, donde se alojan los principales encubridores. Como siempre, se movilizó la totalidad de la familia, padres, hermanos, primos, tíos y abuelos.


En esta oportunidad, se sumaron los padres de Florencia Ramírez, una nena de seis años, también asesinada el 11 de julio del 2001 por los de uniforme en San Martín. Llegaron a un acuerdo para trabajar juntos de aquí en más. Párrafo aparte merecen la solidaridad de otros familiares, la familia Ríos, Maidana, Bordón, los agrupados en Avise, como Rodríguez, García, Vásquez, Burgos, Cano, etc, (que convocaron a una concentración frente a los Tribunales de San Martín para el 21 de febrero) y muchos otros que demostraron que la lucha es la misma. También se hizo presente una importante delegación del Partido Obrero y la UJS de San Martín, Tres de Febrero y General Sarmiento.


Al llegar a la comisaría, Alberto Barreto denunció que esta justicia y la policía están del lado de los banqueros y los empresarios, mientras les reservan palos y balas al obrero, al desocupado, al piquetero y al joven. Explicó cómo son tratados y basureados los familiares por la “justicia” cómplice y apañadora y llamó a redoblar la lucha y a la necesidad de unir y organizar a todos los familiares de víctimas de la represión. “Vamos a luchar *dijo* para que se vayan todos los encubridores, responsables y asesinos, y no vamos a parar”.


En su intervención, el Partido Obrero recordó que después que un policía fusilara a tres pibes en Floresta, el barrio entero se organizó en una Asamblea Popular para enfrentar la impunidad y para exigir justicia. Ese es el camino.