Diego Duarte, un pibe de 15 años, desapareció el pasado 15 de marzo, cuando “cirujeaba” en el Ceamse de José León Suárez. Efectivos de la Comisaría 5º de Billinghurst, reconocidos por su ferocidad contra los pibes, rondaban la zona.

En el marco de la jornada de lucha de la ANT, el 12 de mayo se realizó la movilización por Diego Duarte ante el Concejo Deliberante de San Martín. Los compromisos que se arrancaron no son menores: 1) los presidentes de diversos bloques y el presidente del Concejo firmaron un comunicado donde se exige la aparición con vida de Diego; 2) se comprometieron a realizar una recorrida por el lugar del hecho, junto con los familiares y Apel; 3) aunque sólo de palabra, se comprometieron a efectuar gestiones para conseguir la separación de la Bonaerense de la vigilancia del Ceamse.

Si bien estos resultados revisten importancia, en el sentido de que el caso de Diego se está transformando en una bandera de lucha por las reivindicaciones de todos los vecinos que diariamente sufren la represión policial, no podemos distraernos.

En efecto, la causa judicial, sobre todo después de la notable declaración que Federico (testigo del hecho y hermano de Diego) prestara ante la jueza de menores Arbeltche, pone en jaque al fiscal Gragnoli, que en lugar de proceder a imputar a los policías bonaerenses Campisi y Alcaraz (de reconocida ferocidad), manifiesta a las abogadas de Apel que quiere que Federico declare en su presencia. La excusa: alega que el informe psicológico del menor indicaría que se encuentra presionado. Esto es una gran mentira. El informe al que alude da cuenta de que pese a la angustia del chico, él se encuentra contenido, sólido y en perfectas condiciones de declarar.

Siguiendo con su propia estrategia, este fiscal citó a declarar a Fede ante la Fiscalía, y no ante el juez de menores, a lo cual nos opusimos con fundamentos legales, que por supuesto él debería conocer.

También se ha negado a la reconstrucción del hecho, a sabiendas de que esa medida puede llegar a ser decisiva para la investigación.

Todo esto no puede sorprendernos, si recordamos que este funcionario reconoció la presión de la Fiscalía de Cámara en el sentido de no continuar con las excavaciones, y si tenemos en cuenta que el fiscal general, Dr. Chichisola, ha sido un antiguo juez del Proceso, que se dedicaba a denegar habeas corpus a los familiares de desaparecidos.

En conclusión: se busca evitar el esclarecimiento. Pero a pesar de ello, la lucha emprendida por los vecinos, las organizaciones, Apel y la ANT, a través de la Comisión de Familiares, Amigos y Compañeros de Víctimas de Gatillo Fácil, conducirá al encarcelamiento de los responsables.

Es tan importante la toma de conciencia de los vecinos que diariamente entran al predio a ganar su sustento, que ya se ha producido un cambio: durante el último fin de semana, ante las golpizas y las corridas de la Bonaerense, la gente no se dejó amedrentar, y en lugar de escapar enfrentaron a los policías, acusándolos por la desaparición de Diego.

La gran tarea pendiente del Polo y el Partido es la organización consciente de estos vecinos, para que con el programa de la ANT canalicen su odio convirtiéndolo en acción revolucionaria.

Con vida entró al Ceamse, con vida lo queremos.

Juicio y castigo a los responsables.