1º de Mayo: Los Piqueteros necesitamos nuestro propio Partido
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Durante el mes de marzo, bajo López Murphy, primero, y Cavallo, después, fueron sacados del país unos 3.500 millones de dólares. La Fundación Capital, que brinda la información, dice que “la fuga… no respondió a clientes minoristas sino a grandes empresas, inversores institucionales y AFJP” (Página/12, 9/4).
¿Qué dice Cavallo a esto? Que la especulación contra ‘la estabilidad’ es una conspiración… brasileña. Seguramente. De brasileños, argentinos, uruguayos, yanquis por supuesto. En una palabra, es una conspiración del conjunto de la clase capitalista que los Cavallo, los De la Rúa, los Chachos y los Ruckauf patrocinan y encubren.
¿Qué mejor prueba de esto que la decisión de Cavallo de seguir pagando la deuda externa con dinero que los bancos deben mantener en reserva, lo que provocará un nuevo retiro de dinero de la Argentina? Por esta nueva operación, los bancos cobrarán, además, un 10% de interés anual, el doble de lo que pagan a los pequeños ahorristas.
A esta política las direcciones sindicales le continúan dando el beneficio de la duda. La famosa ‘expectativa’.
Pero, ¿quiénes pagarán esta nueva farra de negociados, si no los trabajadores empleados y los desocupados?
Cavallo se apresta a hacerse cargo de un gigantesco ministerio de Seguridad Social, para pasar a entregar la salud a las grandes corporaciones internacionales y para aplicar ‘planes de empleo’ de 120 y 160 pesos. Con esto no solamente pretende bajar de nuevo el ‘costo laboral’, sino por sobre todo estatizar al movimiento de desocupados y destruir a las organizaciones que lo han hecho crecer y luchar.
Es con toda razón, entonces, que el gran Congreso piquetero del norte de Salta, que tuvo lugar el fin de semana pasado, denunció la posibilidad de cualquier tregua con los verdugos de siempre y trazó un plan de acción de conjunto.
Los compañeros del norte de Salta llaman a un gran Congreso Nacional de Piqueteros, para que organicemos una marcha a Plaza de Mayo, desde todos los puntos del país, para imponer trabajo para todos (mediante la reducción de la jornada laboral sin afectar el salario); un subsidio para los desocupados de 500 pesos; y un salario mínimo de 600 pesos por ocho horas de trabajo.
Este debe ser el gran eje del próximo 1° de Mayo.
Que se convoque a un Congreso de delegados fabriles y de las organizaciones de desocupados, para impulsar un plan de lucha hasta la huelga indefinida *por la satisfacción de las reivindicaciones.
Estamos frente al completo colapso del viejo ‘plan Cavallo’ de los ‘90; a una fenomenal división de la burguesía, como lo prueban las denuncias que se lanzan unos a otros y los nuevos escándalos judiciales; a una crisis capitalista de dimensión mundial. El pánico que se apoderó del gobierno cuando desocupados, docentes y estudiantes voltearon al equipo de la Fundación Fiel, así lo demuestra.
El sistema político descansa en la colaboración inestable que desde los sindicatos al gobierno yanqui le prestan a Cavallo. Es una base contradictoria en alto grado y sumamente precaria.
A esta colaboración anti-obrera y al mismo tiempo sin perspectiva, el Partido Obrero opone la lucha contra el gobierno entreguista y su sustitución por una Asamblea Constituyente, que permita a los trabajadores intervenir en el grado político más alto para imponer su propia salida.
Cuando los ricachones y sus secuaces lanzan una campaña contra ‘la política’, porque la suya ha fracasado en toda la línea, denunciamos que con ello pretenden que los obreros no construyamos nuestro partido y que no nos transformemos en los políticos de nuestra clase. No quieren, por estos medios, que tomemos conciencia de la necesidad de luchar por el poder.
Por eso planteamos como consigna estratégica para este 1° de Mayo: Piqueteros, transformémonos en la vanguardia política de lucha de nuestra clase, los explotados, y construyamos nuestro propio partido *un partido de los trabajadores explotados que luchan.