Políticas
15/5/2017
2×1 a los genocidas: el voto de Olmedo, el facho
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diputado del Frente de Izquierda-Partido Obrero
El martes 10 el único diputado que votó en contra de la ley para excluir del beneficio del 2×1 a los genocidas fue el diputado salteño Alfredo Olmedo. Se ausentó durante todo el debate para participar del programa Intratables, donde defendió la teoría de los dos demonios y afirmó que “en la Argentina hubo una guerra”, para justificar a la dictadura.
Olmedo, que se reivindica facho, tributario de Donald Trump y se ufana de haber estudiado en la Escuela Militar, ha presentado proyectos de ley para que se declare el 25 de marzo “día del soldado argentino combatiente” para reivindicar, condecorar y establecer una pensión para los conscriptos, miembros de las fuerzas armadas y fuerzas de seguridad que hayan participado en el Operativo Independencia o en combates contra “fuerzas no regulares”. Es claro que su voto se posiciona a favor de la última dictadura, aunque en los medios hable de juzgar a “ambos bandos”.
Al día siguiente de la sesión que aprobó la interpretación del 2×1 para casos de lesa humanidad, estaba convocada una sesión pedida por Olmedo para tratar todos los proyectos existentes por el tema de las violaciones –propone pena de muerte y castración química. El facho había conseguido 18 firmas (se necesitan 10) de diputados de diferentes bloques, desde Cambiemos hasta el Partido Socialista. Sin embargo, a la sesión asistieron solamente tres diputados. La sesión venía golpeada, no solo por la movilización contra el 2×1 a los genocidas: en la sesión del martes, el diputado Raffo, firmante del pedido de sesión especial que agitó Olmedo, planteó una cuestión de privilegio contra el amarillo, denunciando que solicitó la firma sin decir claramente que proyectos pretendía que se debatan.
Olmedo además impulsa una ley para reprimir la protesta social y reforzar la aplicación del artículo 194 del código penal contra ésta, y otro para regimentar a la juventud imponiendo horarios permitidos de permanencia en la vía pública. También plantea la vuelta del servicio militar obligatorio para los jóvenes que no estudian ni trabajan, en nombre de “evitar que caigan en las adicciones”.
El aislamiento que sufrió Olmedo en la semana que transcurrió debe ser explotado para mostrar los verdaderos intereses que lo mueven: pretende una nueva devaluación para llevar al dólar a $25 y favorecer a los grupos exportadores –en particular, al suyo–, y que ese rescate de estos grupos empresarios se combine con la represión a los trabajadores que luchan.
Pero más allá de su comportamiento excéntrico, Olmedo no deja de ser una pieza fundamental del régimen político salteño. Basta observar que la empresa de su familia, Salta Forestal, fue beneficiada por el gobierno de Urtubey con la condonación de los cánones adeudados por la concesión de 350 mil hectáreas de tierras fiscales y la extensión de la concesión por 44 años más. Como senador provincial, fue el que impuso un ordenamiento territorial de los bosques a favor de los terratenientes que hoy van por una modificación del mismo para avanzar en una brutal apropiación de tierras que arrasarán con desmontes.
Frente al régimen oligárquico y represor de los Olmedo, Romero y Urtubey, desarrollemos una gran alternativa política de los trabajadores con el Partido Obrero.