A cuatro años de la inundación de la ciudad de La Plata en abril de 2013, que causó por lo menos (es decir, según cifras oficiales) 89 muertes y afectó a centenares de miles de personas, la situación no ha hecho más que agravarse.

 

Las asambleas de inundados, los familiares de las víctimas y diversas organizaciones sociales, gremiales y políticas convocan a una movilización para el domingo 2 de abril denunciando el bajísimo avance de las obras prometidas, la falta de información pública sobre la planificación de las mismas y la impunidad reinante para los responsables de lo que caracterizan como "la mayor tragedia social totalmente evitable que tuvo nuestra ciudad". Un artículo publicado en Prensa Obrera a principios de año relevaba con detalles este cuadro y la responsabilidad de Scioli, Vidal, el ex intendente Pablo Bruera y el actual Julio Garro, y contrastaba los magros progresos en la edificación (solo el 29% de lo proyectado) con los sucesivos mega-endeudamientos de la Provincia para estos fines, aprobados por el conjunto de los bloques políticos patronales presentes en la Legislatura, con la única excepción del Frente de Izquierda.

 

Los convocantes a la marcha destacan que "hoy el 87% de los platenses nos encontramos en un riesgo alto de volver a inundarnos. El estado de vulnerabilidad de nuestra ciudad es más grave que en aquel 2A". El riesgo ascendente empalma con la creciente expulsión de las familias trabajadoras a la periferia de La Plata, en muchos casos hacia zonas inundables, en beneficio de los especuladores inmobiliarios. Los inundados denuncian también la manipulación de la crisis sanitaria por parte de Vidal con fines electorales.

 

Una confirmación de este panorama se vio el pasado 4 de febrero, cuando un vendaval puso en evidencia la precariedad del tejido eléctrico de Edelap, quedando 100.000 usuarios sin luz. El servicio de agua se interrumpe cotidianamente en las barriadas. La falta de urbanización de la periferia deja a los barrios anegados cada vez que llueve, y se acumulan basurales en plazas y arroyos. El colapso urbano no ha aminorado la marcha.

 

La movilización también volverá a colocar el reclamo de justicia. El documento de convocatoria plantea: "basta de encubrimiento; basta del pacto político judicial" que bloquea que "se avance en el esclarecimiento de las responsabilidades políticas". En el banquillo de los acusados deberían revistar el ex gobernador Daniel Scioli y el ex intendente Pablo Bruera (a quien hoy Vidal ha reciclado como síndico en una empresa del Grupo Bapro), que no solo desconocieron los sucesivos informes de emergencia hídrica y carecían de plan de contingencia alguno, sino que falsificaron los registros de las morgues para ocultar el número real de víctimas.

 

Finalmente, el texto reclama "Basta de doble castigo para los inundados: nuestras casas se desvalorizan pero los impuestos aumentan". Los puntos mencionados expresan una experiencia realizada en menos de un año y medio de gobierno de Garro y Vidal. Hace un año, un sector invitó al intendente a hablar en su acto frente a la municipalidad. Doce meses después, la continuidad del encubrimiento y de la entrega de la cuidad a los pulpos inmobiliarios ha agotado las expectativas de las asambleas. Desde el Partido Obrero, con la autoridad de haber sido parte de este movimiento desde el comienzo, lucharemos por oponerle a este régimen de impunidad y especulación inmobiliaria una alternativa de la trabajadores con un programa: Derogración del Código de Ordenamiento Urbano, reactivación inmediata del plan de obra bajo control popular, plan integral de vivienda y urbanización.

 

La concentración será a las 18hs frente a la Municipalidad y se movilizará hasta la Gobernación, donde se leerá el documento consensuado.