El 16 de Junio pasado se cumplieron 50 años del criminal bombardeo sobre la Plaza de Mayo y la Casa Rosada por aviones de la marina Argentina. El saldo de la intentona golpista, impulsado por el imperialismo, la iglesia y la oligarquía, y apoyado por el PS y PCA, fue tremendo: casi trescientos muertos y más de un millar de heridos (la mayoría de ellos civiles). Lo que sorprende, a 50 años del fallido golpe, es que luego de diez años del gobierno peronista de Meném (quién cogobernó el país con los Kirchner y compañía), recién ahora se “recuerde” en forma oficial aquella masacre. Y es simplemente un recordatorio porque, en el acto oficial, no se denunció a las fuerzas sociales y políticas que organizaron la sublevación contra Perón. ¿Por qué será? ¿Por qué Kirchner no se “acordó” del bombardeo a la Plaza de Mayo durante los diez años de gobierno menemista?. Kirchner es incapaz de denunciar a los verdaderos responsables de aquella conspiración porque, al igual que Menem, gobierna para el imperialismo y la oligarquía terrateniente, que fueron las fuerzas fundamentales que motorizaron la sublevación cívico-militar. Kirchner gobierna con los gorilas.

Es por eso que el imperialismo permite al gobierno Kirchner estos actos de demagogia nacionalista, dado que es éste gobierno el que honra la deuda externa, respeta los contratos leoninos con las privatizadas, mantiene la confiscación de la jubilación por parte del sistema de AFJP y, por sobre todas las cosas, es un apoyo fundamental en la lucha que lleva a cabo el imperialismo contra las rebeliones populares en América Latina.