Políticas

3/4/2024

A 17 años del fusilamiento de Carlos Fuentealba

¿Cual es la situación actual? Seguimos luchando por cárcel para Sobisch.

Carlos Fuentealba.

El 4 de abril se cumplirán 17 años del “Operativo Arroyito” tramado por el entonces gobernador neuquino Jorge Sobisch -un aliado del ahora gobernador Rolando Figueroa- y la cúpula policial de Neuquén, que culminó con la muerte del docente Carlos Fuentealba. La monumental movilización de 30.000 neuquinos de aquel 9 de abril del año 2007, repudiando el fusilamiento, abrió una crisis que puso al borde de la caída al gobierno provincial.

La caída no ocurrió porque tanto desde el gobierno nacional, que por boca del ministro del Interior Aníbal Fernández ofreció enviar a la Gendarmería para “reforzar la seguridad provincial”, como del MPN y la supuesta oposición política, como el entonces intendente de Neuquén “Pechi” Quiroga, sostuvieron a rajatabla al tambaleante gobierno del fusilador Jorge Sobisch.

Jorge Sapag, el candidato del MPN que ganó la elección de junio de ese año, se pronunció por sostener al gobernador Sobisch hasta la finalización de su mandato. En igual sentido lo hizo “Pechi” Quiroga. La CGT dirigida por el entonces secretario general de petroleros, Guillermo Pereyra, puso freno de mano a cualquier posibilidad de continuidad del paro general para que Sobisch se fuera, como reclamaron los 30.000 manifestantes aquel 9 de abril.

Ese fue el primer paso de todo un proceso de impunidad estatal y del régimen político, sobre un crimen de Estado, un crimen de “lesa humanidad”, armado, programado y dirigido por los organismos estatales del Poder Ejecutivo y apañado por el Poder Legislativo y el Judicial, de conjunto.

Luego vinieron otros pasos en el operativo impunidad. Uno fundamental fue la decisión del abogado querellante de aceptar el desdoblamiento de la causa: una para el responsable directo (el cabo Poblete) y otra para los responsables políticos. Este desdoblamiento para entregar al ejecutor directo y salvar al resto ya se había aplicado en el caso de la causa por el asesinato del soldado Carrasco. Es decir, no podía el abogado querellante desconocer los resultados de ese tipo de desdoblamientos.

Así, se abrieron en el caso del fusilamiento de Carlos, dos causas: la Fuentealba I y la II. Esta última estuvo paralizada por más de dos años por decisión de la querella, lo cual mereció un serio reproche del Tribunal Superior de Justicia cuando el abogado presentó un recurso de queja ante el mismo por “entorpecimiento” y “desidia” en el accionar judicial.

El fallo del TSJ es categórico del resultado catastrófico del desdoblamiento aceptado por la querella, cuando le reprocha: “No propuso ni una sola medida, ni una sola diligencia, ni una sola prueba. Después de casi dos años de promovida la acción penal por requerimiento fiscal de instrucción, advirtió que –según su parecer- los hechos debían ser imputados de otro modo y agregarse otras personas. Argumentó que dicha inacción se debía a una cuestión meramente estratégica, consistente en esperar la finalización del juicio de la causa “Poblete” –en la que, dicho sea de paso, tampoco ofrecieron prueba, ya que se les expiró el término legal para hacerlo-, para aprovechar los elementos de convicción que de allí se desprendieran, todo lo cual se incorporó a las presentes…Obstruir consiste en impedir un accionar, en estorbar su realización. No se puede impedir o estorbar lo que no se hace”.

Por supuesto, en la causa Fuentealba II el exgobernador Sobisch no estuvo citado ni como testigo y las cùpulas policiales, en un primer fallo absueltas, fueron condenadas cuando la causa se tuvo que reabrir (previo cambio del abogado querellante, quien como profesional estuvo defendiendo abusadores y hasta narcos), por la persistencia de la lucha de miles y miles de trabajadoras y trabajadores de la educación de Neuquén y de todo el país. En esta segunda instancia fueron condenadas, lo cual fue un logro de la lucha, pero a penas menores de no cumplimiento efectivo.

Ctera ausente como aquel 4 de abril

La estrategia de desdoblamiento de la causa fue avalada por Ctera, que en la mayoría de estos 17 años se ha negado a establecer el 4 de abril como una fecha de paro y movilización nacional. Centró su accionar en la parte legal, dejando de lado el papel que como central sindical podía y puede jugar. Y montó un operativo, desde muy temprano, para despojar a Carlos de su carácter de militante obrero y socialista y trabajador de la educación. Le quitó en la foto emblemática de su rostro el jeans que vestía y lo reemplazó con un guardapolvo y se sacó ¡la barba! para acentuar su faceta docente y no tanto de laburante, incluso de la construcción como fue Carlos.

Últimamente, la Ctera pretende transformar su figura ligándola a aspectos sutiles y poéticos, al reemplazarla o relacionarla con la figura de mariposas. Como todo resalte poético de un mártir de la lucha popular esto no es lo criticable, lo criticable es que se pretenda limitar el reclamo a la poesía, y dar por cerrada la lucha por su reivindicación y el contexto en el cual se dio su fusilamiento: una marcha sobre la ruta, en el marco de una huelga para enfrentar un ajuste salarial y en las condiciones de trabajo. Es decir, una causa más vigente que nunca.

Las y los trabajadores de la educación resumen todo este cuadro en una canción que surgió en aquella época: “Cuando salimos a luchar no vino ni la Ctera, por eso las maestras… nos hicimos piqueteras”.

Muy gráfico. Este año, Ctera -luego que una reunión de la oposición nacional decidiera una jornada de lucha ese día, en el marco del paro que Aten ya tenía definido- acaba de decidir el paro para este 4 de abril, pero no convoca al acto en el sitio donde cayó Carlos. Tampoco lo hace la conducción provincial de Aten. Para ellos es mejor que pase a ser un recuerdo romantizado.

El monumento a Carlos y las trabas del Estado… y la burocracia

Las trabajadoras y trabajadores de la educación de la seccional Senillosa (cercana al lugar) han levantado un monolito al costado de la ruta en el sitio preciso donde fue fusilado Carlos Fuentealba. Ahora una comisión ha elaborado levantar un verdadero sitio de la memoria.

Sin embargo, Vialidad Nacional, con argumentos pueriles, se niega a habilitar el lugar a varios metros de la ruta, aduciendo que “entorpece la visual”. Pero la ruta está llena de monumentos a su vera de gigantografías de dinosaurios (para fomentar el turismo) o religiosas, como el gigantesco Cristo en Cutral Có. Nada de eso “entorpece la visual”. Pero sí lo haría el proyecto de sitio elaborado por el trabajo de cientos de cumpas, que construyeron un mosaico colectivo muy elocuente.

Incluso el actual cartel y mural sufrió vandalismo hace un tiempo atrás, cuando intentaron demolerlo. Por eso hay un reclamo que Aten como sindicato financie la construcción del sitio en proyecto, a lo cual le siguen dando bemoles.

Por eso este 4 de abril, en el marco del paro votado en las asambleas de Aten, solo las seccionales recuperadas y el activismo vamos hasta Arroyito a realizar un acto de lucha. Como cada año desde hace casi dos décadas. Y luego marcharemos en la movilización provincial en la capital.

La directiva provincial, que se limita respecto a Arroyito a organizar una bicicleteada, la suspendió este año argumentando que estaba muy ocupada con la huelga que tuvimos. La lucha por la vigencia de la militancia de Carlos como un trabajador de la educación debe ser un claro norte de la vigencia del objetivo de derrotar todas las políticas de ajuste, ahora a las motosierras actuales (la de Milei y la de Figueroa). Es nuestro norte.

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