A cuatro años de la masacre de Once
Más que nunca: movilización contra la impunidad
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El 22 de febrero se realizó un acto en el cuarto aniversario de la masacre ferroviaria de Once, convocado por la Comisión de Familiares de Víctimas de dicha tragedia que se cobró la vida de 51 personas y alrededor de 700 heridos, muchos de ellos lisiados y /o con graves daños en su salud.
La importancia especial de este acto es que se realizó luego de dictadas las sentencias en el juicio el 29 de diciembre pasado, con 21 condenas para empresarios y funcionarios.
Los Familiares y Amigos de las Víctimas reclamaron que se declaren firmes las condenas y cárcel común para los condenados. Esto porque el problema se está dilatando: recién el 30 de marzo se conocerá el texto de las sentencias. Y, a partir de ahí, se abre un período de apelaciones que puede llevar mucho tiempo, en el que estarán en libertad antes de que reciban su veredicto. Además exigieron que se procese a Julio De Vido, ex ministro K, el cerebro que habilitó el desvío de fondos ferroviarios por los empresarios Cirigliano. También se planteó que gran parte de los heridos no ha recibido el apoyo económico necesario para enfrentar las secuelas sufridas en su salud. Es necesaria una ley de resarcimiento a cargo del Estado, pero financiada con la expropiación de los fondos de los empresarios y funcionarios culpablesA la luz de la prisión domiciliaria otorgada al responsable del crimen de Mariano Ferreyra, el burócrata de la Unión Ferroviaria José Pedraza, hay que tomar en cuenta las presiones y coimas que correrán para que los culpables eviten la cárcel o bien la “sufran” en sus countries o pisos de lujo.
El acto se realizó en el andén 1 de Once, la estación donde ocurrió la masacre y contó con más de un centenar de asistentes. Nuestro partido acercó su solidaridad con la lucha de los compañeros contra la impunidad.
Más que nunca es necesario redoblar la movilización independiente de los familiares convocando a los trabajadores ferroviarios -que vienen reclamando también por la absolución del maquinista Córdoba, condenado como contrapartida y chivo expiatorio a tres años y cuatro meses de prisión- y al conjunto de las organizaciones que han acompañado esta lucha.