Políticas

8/6/2023

¿A dónde fueron los miles de millones de dólares que entraron por deuda externa y el superávit comercial?

La fuga de capitales representó el 52,52% de todas las divisas ingresadas.

Fuga de capitales.

Según informes oficiales, desde el 1 de enero del 2020 al 31 de marzo de 2023 la deuda externa creció en 17.548 millones de dólares y al mismo tiempo el balance comercial fue superavitario (exportaciones sobre importaciones) en 33.940 millones de dólares. Sin embargo, esto no se tradujo en una nutrición de las reservas, al contrario, estas cayeron de 45.109 millones de dólares en diciembre de 2019 a 39.050 millones de dólares al 31 de marzo de 2023 (una reducción de 6.059 millones de dólares). Entonces ¿a dónde fue a parar esa plata?

En primer lugar en el pago de la propia deuda externa. Solo los pagos de intereses de la deuda púbica, desde el 1 de enero de 2020 hasta marzo de 2023, sumaron 21.884 millones dólares. Sin embargo, informa la Secretaría de Finanzas de la Nación, la deuda externa pública bruta se incrementó a pesar incluso de todo lo que se pagó.

Así, queda al descubierto una vez el carácter usurario de esta hipoteca impagable, lo cual incluye la deuda con el FMI, principal yugo de los recursos nacionales. La misma pasó de 44.599 millones de dólares en el año 2019 a 46.041 millones de dólares para el 31 de marzo de 2023, y en estos últimos 5 años ya se pagaron 9.190 millones de dólares solo en intereses.

Por otro lado, las divisas también se utilizaron para financiar la corrida cambiaria y así contener la brecha, algo que benefició solamente a los especuladores. A esto hay que sumar la venta de dólares baratos a las patronales importadoras, para que se sobrestockeen o paguen sus deudas comerciales, muchas veces con sus propias casas matrices en el exterior.

Algunas de ellas fueron adquiridas por las empresas para ampliar su participación en la rama productiva mediante la compra de activos de otras empresas grandes. Es el caso de el grupo Arcor, que tenía que pagar una obligación negociable de 160 millones de dólares con la cual compró su participación en La Serenísima; el Estado les proveyó las divisas para a precio oficial a estos capitalistas que buscaban reforzar su oligopolio, mientras los laburantes no pueden ahorrar un solo peso en dólares para no perder poder adquisitivo. Habrá que ver si no hacen lo mismo ahora con el banco Macro, quien absorberá al banco Itaú, que informó que se retirará del país.

Toda esta fuga de capitales fue, según el Balance Cambiario del BCRA, en igual lapso, de 66 mil millones de dólares. El mismo gobierno que le endilga al macrismo que se endeudó para financiar la fuga de capitales, hace exactamente lo mismo.

Cabe destacar también que estas patronales son las primeras en utilizar maniobras espurias como la sobrefacturación de importaciones y el aprovechamiento de la brecha cambiaria para agrandar sus bolsillos a costa de las finanzas nacionales, algo que el gobierno promueve con el otorgamiento de mayores beneficios. Lo mismo aplica para las patronales exportadoras, que subfacturan las ventas al exterior para evadir impuestos y retener una parte de la cosecha, presionando por una devaluación del tipo de cambio o beneficios como el dólar soja, es decir el pago de un dólar más caro, que encarece fuertemente el precio de los alimentos.

Asimismo, la formación de activos externos se contabiliza por 4.778 millones de dólares, de los cuales 9 de cada 10 dólares correspondieron al sector privado no financiero y el resto al sector financiero (bancos, fundamentalmente). Esta situación se encuentra viabilizada por las propias políticas oficiales, que continúa fogoneando la bola de nieve de deuda en pesos con la que la banca la levanta en pala y le otorga flexibilidades a las empresas de ciertos rubros para girar sus dividendos al exterior, como es el caso de las petroleras, con el presunto objetivo de atraer inversiones, algo que no sucedió hasta ahora. Eso si, la remisión de utilidades y dividendos por las empresas extranjeras que operan en el país a sus casas matrices en el exterior se contabiliza en 545 millones de dólares para el período analizado.

El problema de fondo es que todos los políticos que nos trajeron a esta situación gobiernan para los mismos intereses, los intereses capitalistas. La única forma de recuperar la postestad del país sobre sus propios recursos es deconociendo la deuda externa usuraria y fraudulenta, rompiendo con el FMI y nacionalizando la banca y el comercio exterior, para que esos ingresos no queden en manos de un grupo de pulpos que los explotan en su propio beneficio y sean orientados a cubrir las necesidades populares.

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