Políticas

31/5/2007|994

A estos chicos no los mató el frío

La responsabilidad de los Kirchner, los Macri y los Telerman

LA RESPONSABILIDAD DE LOS KIRCHNER, LOS MACRI Y LOS TELERMAN


A los trece muertos que se cobró la ola de frío en sólo dos días no los mató el “clima”. Los mató la “falta de medios para contar con una casa y una estufa acordes con las necesidades básicas” (Página/12 ).


En Córdoba, ocho adolescentes y niños murieron calcinados en un vagón precario.


Un país entero es rehén de los Techint y de los Repsol, que no quieren aumentar la producción de gas sin un tarifazo de por medio.


Los Kirchner y De Vido, por su parte, han dilapidado el dinero destinados a las redes de gas en sobreprecios y coimas.


En la Ciudad de Buenos Aires tuvo que ser internado un centenar de personas, entre ellas 25 niños, de las 12.000 que viven en la calle.


El sistema escolar porteño quedó paralizado: decenas de colegios fueron tomados por los estudiantes, por falta de estufas en las aulas.


La mitad de las escuelas no tuvieron clases.


La ola de frío desnudó la ficción de la ciudad de los Macri, Telerman y Filmus.


Hicieron campaña para proteger a los vaciadores de los trenes, del gas y de la luz.


No denunciaron a los Techint, a los Repsol o a los Roggio, sino al pueblo que se levanta contra ellos: a los trabajadores del subte, a los secundarios porteños, a los usuarios del Roca, a los docentes santacruceños.


“No me va a temblar el brazo”, dijo Kirchner contra los maestros patagónicos.


“Me quieren parar la Ciudad”, advirtió Carrió contra los delegados de Metrovías, los compañeros del Casino, los estudiantes del Pellegrini.


El Partido Obrero se colocó sin dudar en la trinchera del pueblo explotado, y combatió a los vaciadores.


Presentamos un programa socialista para la Ciudad en oposición al copamiento de su territorio por parte del capital financiero volcado a la especulación inmobiliaria.


Una organización social que no puede colocar al pueblo a salvo de la intemperie, del frío y de la muerte está denunciando a gritos su fracaso.


Ninguno de sus candidatos puede disimular esta realidad.


La rebelión de los colegios, de los trenes, de los subtes puso sobre la mesa la necesidad de otra salida: la reorganización de la Ciudad y del país por parte de la mayoría que trabaja.


Vote el domingo al PO porque no hay otra perspectiva que la organización y la lucha.