Con una fuerte presencia de jubilados, trabajadores de vialidad, partidos de izquierda y estudiantes, marchamos como cada miércoles este 9 de abril. Como consignas principales estaban Fuera Milei, aumento de las jubilaciones, por los medicamentos, por la moratoria previsional, basta de reprimir a los jubilados. La movilización cuestionó al gobierno provincial de Raúl Jalil (del PJ), por su alineamiento con las medidas de ajuste de Milei. Con todos estos planteos se llevó adelante la XXII Marcha de los Jubilados en la provincia.   

La CGT Catamarca, bajo el control del burócrata Leonardo Burgos, maniobró para evitar unirse a los jubilados. Convocando una hora después, esperaron en la sede central de la CGT a tres cuadras de la plaza principal hasta que desconcentraran los jubilados; la intención era clara, no unificar la marcha. En el caso de la otra fracción de la CGT, dirigida por la Gladis Moro, decidió no movilizar.

Los burócratas no toleran críticas al gobierno de Jalil, mucho menos en un momento en el que se desmorona el discurso de una economía ordenada en la provincia, mientras el ajuste nacional obliga a reformular el gabinete y las finanzas provinciales. Como en todos lados, son defensores del gobernante de turno, buscando mantener los beneficios que este les otorga. La entrega de estos burócratas es total.

Muchos trabajadores que participaron en la movilización de la CGT expresaron su apoyo a la lucha de los jubilados, así como su descontento por la falta de unificación. Esto evidencia una confusión entre los trabajadores, una tarea que debemos asumir y esclarecer. La maniobra, claramente, fue obra de la burocracia.

 El PJ se ausentó de la marcha, a pesar de que varios jubilados pidieron a sus dirigentes que participaran. La dirección local del PJ no puede sacar los pies del plato del gobierno nacional. Otros que se ausentaron en esta jornada fueron los radicales, que de cara a la tribuna se solidarizan con los jubilados, al igual que el PJ, pero no se atreven a criticar al gobierno de Milei. 

 El paro del 10 de abril será contundente en la provincia, más allá de las direcciones de la CGT y la CTA. Sin embargo, es necesario superar a las direcciones burocráticas y preparar la huelga general para enfrentar a Milei, Bullrich y Jalil.