Políticas

11/8/2005|912

A los militantes de izquierda: No se dejen estafar

El clericalismo no es antiimperialista

Los desacuerdos han crecido en forma exponencial en el seno del MST luego del acto en La Matanza en homenaje a Evita, donde sus dirigentes llamaron a la izquierda a unirse junto a los peronistas tras las banderas de Eva Perón. Sin organización ni votos, Cafiero ha logrado peronizar al MST.


Vilma Ripoll llamó a que “los compañeros peronistas vengan a la izquierda para levantar juntos las banderas de Evita que Chiche Duhalde y Cristina Kirchner abandonaron hace rato” (Página/12, 27/7). La otra fracción del MST, el MST II, plantea, por su lado, que Eva Perón “representaba a un gobierno que no estaba sometido al imperio yanqui” y que “otorgaba reivindicaciones a los trabajadores” (El Socialista Nº 4, 20/7). El travestismo ideológico es enorme: de “la emancipación de los trabajadores será obra de los trabajadores mismos”, el MST ha pasado a reivindicar a los gobiernos capitalistas que “otorgan” reivindicaciones.


El “caso” Mario Cafiero


El MST I, en un editorial, dice que el PO “le hace un flaco favor a las variantes de centroizquierda que intentan armarse o a la propia confusión que crea el doble discurso kirchnerista. ¿Es que el PO está en contra de no pagar la deuda o reestatizar las privatizadas, propuestas que sostiene Cafiero?”. El PO, agrega, “no entiende que de esa forma está rechazando a millones de trabajadores que desde el PJ buscan empalmar con la izquierda” (Alternativa Socialista N° 408, 27/7). Pero ni el clerical Cafiero es partidario de desconocer la deuda externa (al revés, apoya el “Plan Fénix”), ni el MST es opositor a “las variantes de centroizquierda” (El MST ya hizo un frente con la centroizquierda en las últimas elecciones con Rivas, incluidos algunos candidatos socialistas de “centroderecha”). Tampoco Alicia Castro plantea desconocer la deuda o romper en el FMI. Como el MST I declara también que, en cuanto a “la necesidad de ampliar la unidad, no tenemos diferencias con el Partido Comunista” (ídem), hay que concluir que si hay alguna pelea es por el orden de las candidaturas en las listas.


Pero hablando del “imperio” y de Evita, lo que el MST oculta es que el clericalismo es incompatible con el antiimperialismo. El papá de Cafiero, por ejemplo, abandonó el gobierno de Perón cuando éste declaró la enseñanza laica y el divorcio. Es decir que el viejo Cafierito puso en un segundo plano a la independencia nacional cuando estuvieron en juego los privilegios de la Iglesia.


No hay una “agenda común” de la izquierda con Mario Cafiero en el tema de la deuda. El diputado no plantea ni el desconocimiento ni el no pago de la deuda externa. Como dice en su proyecto de ley, propone “declarar odiosa la totalidad de la deuda externa contraída por la dictadura militar”. El planteo sorprende por lo ingenuo y lo inocuo, porque a lo sumo podría llevar a la Justicia (por otro motivo más) a las autoridades de la dictadura.


No hay “agenda común” de la izquierda con los representantes de la política de la burguesía, ni frente de izquierda ni antiimperialista con esos representantes. Llamamos a todos los militantes de la izquierda a no dejarse estafar.