A qué viene Chávez
Seguir
Hugo Chávez no solamente decidió venir a Argentina a hacerle un contrapunto antiimperialista al genocida Bush, también intentó que lo acompañaran Evo Morales y el ecuatoriano Correa. Lamentablemente, Evo estaba negociando en Japón la entrega de las riquezas minerales de Bolivia. Japón es una de las metrópolis que monopoliza la refinación de minerales. El propio Chávez acaba de ‘nacionalizar’ una compañía de teléfonos de Venezuela, pagando el valor de los activos y las ganancias esperadas (valor de Bolsa). Si las ganancias no llegaran a subir de acuerdo a lo esperado, Venezuela habrá socializado las pérdidas. No solamente esto, porque al mismo tiempo ha quedado asociada con otros accionistas que no fueron ‘nacionalizados’, Telefónica de España, lo cual convierte a esta ‘nacionalización’ parcial en la oportunidad de beneficios para otro pulpo capitalista.
Lo que no está claro, de todos modos, es si Chávez viene a enfrentar a Bush o defender a Kirchner con el pretexto de enfrentar a Bush. Porque el acto que programó en Ferro es netamente oficialista y tiene lugar en plena campaña electoral. En este caso, Chávez viene a respaldar el objetivo reaccionario de ‘reconstruir la burguesía nacional’, la cual tiene lugar a fuerza de trabajo precario, desocupación y jubilaciones y salarios miserables.
De todos modos, el viaje de Chávez a Argentina no es una respuesta estratégica al viaje de Bush, porque consiste en el respaldo a un gobierno que apoya en forma consistente la política mundial del imperialismo, como ocurrió en la reciente guerra de Israel contra Líbano y en las leyes antiterroristas que Kirchner quiere hacer aprobar por pedido, precisamente, de Bush. Es una respuesta verborrágica y mistificadora.