Políticas

10/4/2023

¿A qué vienen las enviadas del gobierno yanqui a Argentina?

Llegarán al país la subsecretaria del Departamento de Estado y la jefa del Comando Sur de los Estados Unidos.

Laura Richardson.

La subsecretaria del Departamento de Estado de EE.UU., Wendy Sherman, y la generala Laura Richardson, jefa de la flota del Comando Sur de los Estados Unidos, visitarán Argentina para continuar presionando por un mayor alineamiento del país con el imperialismo yanqui, en consonancia con los temas que se abordaron en la reunión bilateral entre Alberto Fernández y Joe Biden.

Mientras el gobierno argentino viene rogando que Biden interceda a favor de Argentina en pos de destrabar un nuevo préstamo del BID y flexibilizar las metas del acuerdo con el FMI, Estados Unidos exige como condición poner coto al desembarco de capitales chinos en la región, en el marco de la guerra comercial que mantiene con el gigante asiático. Las funcionarias norteamericanas llegan al país para bregar por esos intereses.

Por un lado, buscarán reforzar la prioridad de los capitales yanquis en la explotación del litio argentino, combatiendo el desembarco de las empresas chinas que ya están presentes en seis proyectos relacionados con el mineral en fase de exploración -siendo China el principal destinatario de las exportaciones de litio extraído en suelo criollo (42%). Estados Unidos tiene su puntal en la minera Livent, que opera en Catamarca y de la cual se probó un verdadero saqueo por la vía de declarar precios de exportación muy por debajo de lo que cotiza el litio en el mercado internacional. Ahora, trascendió que desde Norteamérica buscan imponer un “acuerdo de libre comercio de cara a la relación con el litio” (Clarín, 9/4), lo cual implicaría elevar a un verdadero modelo esta defraudación contra el país. Se ve nítidamente cómo la entrega de los recursos naturales a las grandes potencias agrava el atraso y la dependencia nacional.

De hecho, el planteo de un acuerdo para liberar el saqueo del “oro blanco” fue la respuesta que obtuvo Santiago Cafiero al sondear la posibilidad de que se reabran las ventas de productos argentinos hacia Estados Unidos, como limones, biocombustibles y acero, que fueron desplazadas durante el gobierno de Trump y nunca hubo repuestas. Mientras tanto, la presión del imperialismo mantiene trabada la licitación de la Hidrovía del Paraná por la que sale el 80% de las exportaciones, precisamente para evitar que caiga en manos de operadoras de Shanghai. A este punto llegamos gracias a la privatización del comercio exterior, en manos de multinacionales, cuando definen cuestiones estratégicas para la economía nacional.

Un punto lo tenemos en materia de telecomunicaciones, donde se libra otra de las grandes pulseadas a nivel mundial. El gobierno norteamericano pretende cortar la injerencia del gigante asiático, cuando por ejemplo la empresa estatal Arsat consume tecnología de Huawei Technologies, y esta podría quedar a cargo de la licitación para instalar el 5G en el país. Además de un asunto de negocios, aquí juegan presiones geopolíticas y militares. Incluso, EE.UU. quiere impedir la compra por parte de la Fuerza Aérea argentina de una flota de aviones provenientes de Pekín, la construcción de la central nuclear Atucha III con inversiones chinas y la instalación de una base naval del país asiático en Tierra del Fuego, entre otros puntos de conflicto.

Ahora bien, el arribo de Sherman y Richardson al país, para marcarle la cancha a Alberto Fernández y entrometerse en los asuntos internos de Argentina, muestra a todas luces la completa subordinación del Frente de Todos ante imperialismo norteamericano. Este cipayismo abarca a todas las alas de la coalición de gobierno: la propia Cristina Kirchner se reunió en abril del año pasado con la generala del Comando Sur, quien más adelante expresaría que Estados Unidos “tiene mucho por hacer” respecto a la abundancia de recursos naturales que existe en Sudamérica.  Es el mismo horizonte de saqueo colonial al cual se adscribe el camporista Wado de Pedro, quien viajó a EE.UU., junto a los gobernadores del norte, a ofrecerle el litio de la Puna a las multinacionales yanquis.

La agenda que apuntalarán las enviadas por el gobierno estadounidense a Argentina confirma que el acuerdo con el FMI acentúa la tutela imperialista sobre el rumbo del país. Debemos derrotarlo en las calles y abrir paso a una salida de los trabajadores, única vía para la emancipación nacional.

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