A seis meses del incendio del Álvarez

El 10 de enero de este año, se incendió el principal pabellón del hospital Alvarez. La obsolescencia de la instalación eléctrica, sumada a la acumulación inmensa de papel -historias clínicas, protocolos, formularios administrativos- en un viejo edificio de madera fueron sus causas inmediatas; pero dejar caer los hospitales, achicarlos y desabastecerlos es parte del plan de destrucción del sistema de salud pública.


Seis meses después, sólo se han instalado detectores de humo, cámaras de seguridad y dos trailers donde funcionan la guardia y el vacunatorio. El hospital sigue funcionando en un 20%, tal como inmediatamente después del incendio. Las cirugías bajaron a la mitad, al igual que las camas de cirugía general. Ginecología y Urología repartieron sus camas con Clínica Médica. Los kinesiólogos, odontólogos, oftalmólogos y Hemoterapia no tienen dónde trabajar. Una situación de conjunto que afecta, en mayor o menor medida, a todos los profesionales, quienes carecen de las más elementales condiciones de trabajo.


Los gremios mantienen la connivencia habitual con las autoridades. Si el tema sale a la luz, como sucedió durante esta semana, se debe a la persistencia de un grupo de trabajadores autoconvocados, que ya hicieron tres actos y que ahora están llamando a defender el hospital y a sumar esfuerzos para que una gran asamblea de trabajadores y de vecinos determine qué obras deben hacerse y se elija una comisión de seguimiento y de control de las obras votadas. Convocan a los trabajadores organizados en Sutecba y ATE, a los médicos y profesionales de la AMM o de la Asociación de Profesionales a pronunciarse y actuar por una movilización de masas en defensa del hospital público, el 10 de julio, desde las 10 horas, en las puertas del hospital.


Tribuna de Salud estará, como siempre, junto a ellos.