Políticas

20/8/2009|1096

A treinta años de London Calling

El futuro no está escrito

Hace 30 años, en los estudios Wessex de Londres, se grabó uno de los discos más influyentes de la historia del rock y la música: London Calling de The Clash.

Nacidos en la primera explosión punk de la Inglaterra de 1976/1977, los Clash fueron la vertiente más politizada e innovadora del movimiento que revolucionó a la juventud inglesa de esos años. A comparación de sus pares los Sex Pistols, The Clash fue la banda que, yendo mucho más allá del nihilismo, la impotencia y la rabia -el “no future”- de una juventud que vivía la desocupación más alta del Reino Unido, hizo de su música un canal de expresión de denuncia al capitalismo, tomando al socialismo como bandera política.

Llegado 1979, el punk había sido asimilado como moda por las grandes empresas discográficas y las principales marcas de ropa. Es en este contexto donde la banda hace un punto de inflexión en su música y en sus letras.

London Calling fue un disco cargado de sonidos tan variados como el punk rock, el reggae, el ska, la new wave, el rockabilly, el blues y el disco; sin duda algo que rompía con la estética simplista que caracterizó al punk, pero sin dejar de lado su potencia y fuerza.

Pero doblemente fuertes fueron las letras que, en este caso, no se limitaron a denunciar la desocupación en Inglaterra, sino a la gran crisis capitalista de los ´70, la cual se había devorado las ilusiones de progreso que el llamado “Estado de bienestar” supo fingir en la post guerra.

Temas como “Spanish Bombs”, homenaje a García Lorca y a los milicianos caídos en la guerra civil de España; “Gungs of Brixton”, tema que vaticinó la rebelión popular de los inmigrantes y la comunidad negra de Brixton en 1981 contra la Sus law (“Ley de Sospechosos”) y la represión policial; o “Clampdown” (Represión) fueron suficientes como para que los Clash se ganaran el apodo de “los rojos del punk”.

Reconocidos por su generosidad hacia el publico, la banda se encontró con una situación particular: el disco tenia 19 temas, lo cual implicaba la grabación del mismo en dos long plays de vinilo, haciendo así imposible su compra para cientos de jóvenes fans, muchos de ellos hijos de desocupados.

Entonces, la banda, de manera engañosa, le solicitó a los ejecutivos de la discográfica CBS la inclusión gratuita de un sencillo junto a un supuesto único disco, ante lo cual la compañía no mostró reparos. Sin embargo, el sencillo fue grabado como un LP y vendido en las condiciones erróneamente pactadas. Así, London Calling fue un disco doble vendido al precio de uno solo.
Joe Strummer, cantante, guitarrista y considerado por muchos como poeta, cultivaba una forma de estética revolucionaria, negándose al mismo tiempo a ceder al culto de la personalidad y exhortando a su público, entre canción y canción, a la rebelión.

Este disco, su obra y la de la banda fueron la influencia principal de muchas otras como Mano Negra, Emir Kusturica & The No Smoking Orchestra, Rages Againts the Machine, Los Violadores, Los Fabulosos Cadillacs y Todos tus Muertos, entre otras.

Hace unos años, cuando le preguntaban si los Clash se definían como un grupo marxista o anarquista, Joe respondió con un gesto afligido: “Nada de eso. Eramos rockeros, eso es todo. Sin embargo, queríamos cambiar el mundo, y la única alternativa que podíamos ofrecer era el socialismo”.

Como Joe Strummer dijo alguna vez en su programa de radio, meses antes de morir, “…The Future Is Unwritten…”(El futuro no está escrito)

Agustín “Carucha”