Políticas

29/2/1996|483

A veinte años del 24 de Marzo

Hace veinte años, un 24 de marzo, los militares tomaron el poder con el apoyo de todos los banqueros, industriales y terratenientes, grandes y pequeños; con el apoyo de todos los imperialismos y de las burocracias stalinianas; de todos los partidos políticos patronales —incluido el justicialista, que estaba en el gobierno. El objetivo de ese golpe fue emprender una lucha contrarrevolucionaria estratégica contra la clase obrera y las masas explotadas.


¿Qué tenemos veinte años después?


Tenemos que bajo una forma política diferente gobierna la misma clase explotadora que impuso el golpe militar y también tenemos que se vale para sus menesteres anti-populares de los mismos partidos que fueron cómplices del ascenso de la dictadura y de otros que se han agregado.


La conmemoración del aniversario del golpe debe ser concebida entonces como una lucha contra el régimen menemista, que no sólo gobierna por medio de Menem-Cavallo, sino que lo hace por medio de un conjunto de instituciones, relaciones y representantes que defienden a los grandes intereses capitalistas dominantes.


El Partido Obrero y la UJS han organizado una campaña para conmemorar el aniversario, que culminará el día 24, en una manifestación a la plaza de Mayo. Nuestra consigna es Abajo el régimen represor, hambreador y entreguista del menemismo. Bajo esta consigna agrupamos las grandes reivindicaciones de los explotados, en la actualidad, contra la superexplotación capitalista, la entrega al imperialismo y el cercenamiento de los derechos históricos de los trabajadores, laborales y políticos.


Llamamos a integrar nuestras columnas en la manifestación del 24.


Para las organizaciones centroizquierdistas y la burocracia del CTA, que pretenden monopolizar las conmemoraciones, el contenido de éstas no debe ser la lucha contra el régimen menemista sino un recordatorio del pasado. Resumen su planteo en la consigna de Memoria y Participación, precisamente para soslayar la lucha contra el opresor actual, el entregador actual, el represor actual y el superexplotador actual. La jornada del 24 es concebida así como una acción de complicidad con los agentes capitalistas de turno —algo que demuestra una completa falta de memoria, un nulo conocimiento del pasado, una completa ignorancia de la situación presente y, por sobre todo, intereses creados para que la conmemoración del 24 no pase de ser un saludo a la bandera.


Que el régimen menemista haya ido más lejos que cualquier tentativa de la dictadura en la liquidación de conquistas obreras históricas, es algo que tiene sin cuidado a los que maman de la leche de la democracia, es decir, que ganan sus buenos sueldos, ‘reservados’ o no, medrando en la situación actual. Derraman lágrimas de cocodrilo “en defensa de la democracia”, pero identificándola no con las libertades para los explotados sino con el conjunto de instituciones que los oprimen. Se juntan en esta empresa intelectuales de éxito comercial, burócratas que han hecho un éxito de su constante fracaso sindical, ex izquierdistas subidos súbitamente a una banca y toda la laya de los que creen que la lotería también les tocará a ellos.


Llamamos a la juventud sin trabajo, a los que reclaman el derecho a la educación, a la clase obrera que sufre y combate la ‘flexibilización laboral’ y la reducción de salarios, a la ciudadanía que reclama el derecho a la salud, a movilizarse el 24 de marzo para repudiar al golpe militar del 76 y para luchar contra el régimen menemista.


La movilización por los 20 años del golpe militar debe ser  otra oportunidad para impulsar la unificación de las luchas a nivel nacional y para poner fin a la ofensiva capitalista, organizando una huelga indefinida del conjunto de los trabajadores. Esto es lo que reclama el presente momento político y social de la clase obrera.