Políticas

16/8/2001|717

Acta-acuerdo entre el PO y el MAS

Entre el Partido Obrero (PO) y el Movimiento al Socialismo (MAS) acuerdan conformar una alianza sobre las bases políticas expresadas en la declaración política “Acuerdo Obrero y Socialista” que sigue a continuación:


 


“Acuerdo obrero y socialista”


La Argentina está en condiciones de aguda crisis política y derrumbe económico. Al mismo tiempo, la clase trabajadora comienza a salir cada vez con más fuerza a enfrentar esta realidad, habiendo comenzado un proceso de recomposición del movimiento de los trabajadores, el que hoy sólo puede ser un proceso de recomposición clasista y revolucionario.


En estas condiciones se realizarán las próximas elecciones de octubre, intervención en las mismas que más que nunca debe ser considerada como un punto de apoyo auxiliar a la actividad central: el desarrollo de la movilización extraparlamentaria de las masas. En este marco, se trata de presentar una salida contra los capitalistas: frente a la cesación de pagos, el derrumbe financiero, los cinco millones de desocupados y los quince millones de pobres. Frente al derrumbe político de la pequeña burguesía, que le ha entregado el poder a Cavallo y al Departamento del Tesoro yanqui; frente a las falsas alternativas de “hambre cero” de Alfonsín o al engañoso postulado de “humanizar el capitalismo” y de conciliación entre explotadores y explotados de parte del “Polo Social” o la Carrió; frente a la creciente movilización obrera, popular y al protagonismo histórico de los trabajadores piqueteros; frente a todo esto planteamos que a los De la Rúa y Cavallo, y los Ruckauf y De la Sota hay que echarlos y que el poder debe pasar a manos de los trabajadores, de sus expresiones de coordinación, plenarios y asambleas populares que comienzan a surgir desde abajo, desde la democracia directa de los explotados.


La campaña electoral de la izquierda revolucionaria debe estar al servicio de esta estrategia. La realización real y efectiva de las reivindicaciones del no pago de la deuda externa; la nacionalización y/o expropiación de los bancos y de las AFJP bajo control obrero; un impuesto extraordinario a los grandes patrimonios y fortunas acumulados mediante la expropiación al pueblo; de un salario mínimo equivalente al costo de la canasta familiar; del reparto de las horas de trabajo sin rebaja del salario para acabar con la desocupación; este programa es incompatible con el régimen capitalista político actual y exige un gobierno de los trabajadores y el socialismo. En esta perspectiva planteamos la lucha por la Unidad Socialista de América Latina.


Este es el mensaje que debemos llevar en nuestra actividad cotidiana y durante la campaña electoral de los trabajadores.