A los trabajadores de Santa Fe, nos sobran los motivos para sumarnos a construir una alternativa política propia. El gobernador Miguel Lifschitz se encuentra en la primera fila de la coalición que pretende garantizar la gobernabilidad macrista y salvaguardar a un gobierno comprometido económica y políticamente.

 

Lifschitz dejó en claro que no sólo no hay posibilidad alguna de que se reabran las paritarias, sino que tampoco va a entregar siquiera un miserable bono a los trabajadores provinciales.

 

A la par, se vienen tarifazos del 33 al 40 por ciento en el agua y la luz. El gobierno provincial se pliega a la coalición del ajuste, porque busca también su propio rescate económico. Así, espera que el gobierno macrista le apruebe un endeudamiento externo por 500 millones de dólares. Bajo la excusa de una deuda provincial relativamente baja, los “socialistas” han emprendido un rumbo de endeudamiento compulsivo que pagarán los trabajadores santafesinos.

El Operativo Aprender 2016 contó con el apoyo del gobierno provincial, que en primera instancia aplicó su propio ataque a la docencia regimentando y reduciendo las licencias médicas.

 

La CGT y el Movimiento Sindical Rosarino

 

En este marco, la burocracia sindical local actúa decididamente para contener y evitar la intervención de los trabajadores. La CGT de Rosario realizará el 31 de octubre una normalización, que persigue actuar cohesionadamente en la contención del movimiento obrero. El Movimiento Sindical Rosarino, ligado al kirchnerismo y al PJ se puso “a disposición” de esta normalización reaccionaria. Por ello, su “reclamo” de paro nacional es papel mojado, cuando en los propios gremios integrantes del MSR las patronales hacen estragos contra los trabajadores.

 

En empleados de comercio, por el descanso dominical, Coto avanzó con los despidos sin que el sindicato llamara al paro. Lo mismo en la UOM Rosario, donde continúa la sangría de despidos y suspensiones. Ahora están en peligro 800 puestos de trabajo en General Motors, con la eliminación de un turno, y el Smata se encuentra “preocupado”. Sin embargo, los retiros voluntarios, que son el preanuncio de los despidos, comenzaron hace mucho y con la complicidad de la burocracia sindical.

 

Sumarse a una estrategia política

 

La campaña del Partido Obrero apunta a que confluyan las fuerzas de los trabajadores en un mismo polo político, que tenga como estrategia la independencia política y el gobierno de trabajadores, junto a un programa frente a la crisis provincial. Con estas premisas políticas, lanzamos un conjunto de charlas y actividades en toda la provincia para la concurrencia de jóvenes y trabajadores y la preparación de una gran presencia en el acto del Frente de Izquierda en Atlanta. Con la mayoría de ellos hemos emprendido un rumbo en común. Con las compañeras ,a partir del reciente Encuentro de Mujeres junto al Plenario de Trabajadoras en Rosario, con las listas antiburocráticas, comisiones internas, delegados y activistas de químicos, alimentación, Sitraic, metalúrgicos, docentes, estatales, municipales. Llamamos a todos a abonar a esta estrategia política.