En la “guerra de los seis días”, en 1967, Siria perdió a manos de Israel las alturas del Golán, cuya completa devolución reclama ahora para firmar un acuerdo de paz con el Estado sionista.

Como consecuencia de la ocupación israelí fueron desplazados del Golán, a través de los métodos más brutales, unos 400.000 ciudadanos sirios y su lugar fue ocupado por unos 15.000 israelíes agrupados en unos 40 asentamientos.

Según reporta The Finacial Times (14/7/94), en la actualidad “están en marcha negociaciones serias y detalladas, principalmente por medio de la administración norteamericana… Mientras prosiguen las negociaciones, el presidente Assad ha estado haciendo cambios silenciosos en la expectativa de acuerdos de paz … Las nuevas designaciones en la administración civil son vistas como más liberales y abiertas  a la paz que sus predecesores. Pero los nuevos generales pertenecen al ala dura…; el nuevo jefe de la fuerza aérea, General Mohammed al-Khouli, es considerado el autor intelectual del complot de 1986, cuando Siria, se alega, trató de hacer explotar un avión israelí en el aeropuerto de Heathrow”.

La conclusión del Financial Times es harto interesante. “Como de costumbre, el presidente Assad está manejando un arma de doble filo. Después de décadas de propaganda anti-israelí necesita burócratas nuevos que puedan trabajar con un acuerdo de paz. Pero al mismo tiempo necesita leales de línea dura para mantener la disciplina en sus fuerzas armadas de 450.000 hombres, que tienen mucho para perder de la paz. Este abordaje no será bienvenido por Israel o Estados Unidos, pero ésta es la naturaleza del sistema de gobierno del presidente” (Las cursivas son de PO).

El imperialismo “comprende”..