Los vecinos de Cañuelas, que habían promovido una demanda por la calidad del agua potable que Aguas Bonaerenses SA distribuye en el distrito, sufrieron un impensable revés judicial: la Cámara de Apelaciones en lo Contencioso Administrativo revocó el fallo de primera instancia que obligaba a la empresa a realizar inversiones para revertir la presencia de arsénico en el agua de red.

El ente regulador Ocaba salió también en defensa de ABSA, con el argumento de que los niveles de arsénico presentes en Cañuelas están dentro de lo permitido por la Ley 11.820. La inusualmente rápida decisión contradice el dictamen de primera instancia que se basó en un serio estudio de la titular de la Cátedra de Toxicología de la UNLP, que acreditó que el agua comercializada por ABSA tiene 0,025 mg de arsénico por litro, más del doble de lo permitido por el Código Alimentario, que asciende a 0,01 mg, y había indicado que: “Debe hacerse lugar al amparo porque la calidad del agua pone en riesgo la salud de la población que la recibe”; y habían calificado esa amenaza como “claramente actual”.

El Partido Obrero de Cañuelas repudia este fallo y llama a movilizarse por estas consignas: 1) suspensión del cobro de las facturas de ABSA; 2) estatización de la empresa por el Estado provincial y control a cargo de una comisión de vecinos para realizar nuevos estudios de calidad del agua a cargo de especialistas de universidades públicas, publicación de los resultados en los medios masivos de difusión y garantizar las inversiones necesarias para asegurar la salud de la población.