Políticas

26/11/2014|1342

Ajuste e hipotecamiento en el presupuesto de la Ciudad


Se presentó el presupuesto 2015 de la Ciudad en la Legislatura. El mismo será de 85 mil millones de pesos, un 21 por ciento más que el cierre de 2014. Contradictoriamente, se estima una inflación del 28 por ciento y un dólar a 12,5 pesos. Pero lo más curioso de esta presentación fue que el dato clave para caracterizar el programa del gobierno para 2015 no estaba dentro de lo presupuestado, sino que justamente había sido excluido: el PRO “espera” poder refinanciar un vencimiento de 475 millones de dólares en abril y, por lo tanto, no lo contabiliza. Esto es lo que explica el apoyo de Macri al arreglo con los buitres que el gobierno nacional prepara para enero, porque un default más amplio de la deuda, dejaría colgado del pincel a la gestión PRO y su presupuesto.


En su interpelación al ministro, Marcelo Ramal desnudó este ocultamiento y planteó que se abren dos alternativas para la Ciudad que podrían combinarse: o un canje parcial de la deuda por vencer, cargando con fuertes intereses a los próximos ejercicios, o una cancelación forzosa a costa de un ajuste aún mayor.


El presupuesto combina una subestimación de la inflación con una devaluación del 50 por ciento y aumentos en patentes del 50 por ciento y del 30 por ciento para el ABL. Paralelamente, prevé fuertes recortes en Salud y Educación, y aumentos salariales del 25 por ciento, menores a la inflación. Además, el pago de vencimientos de la deuda externa sí prevista, aumenta un cien por ciento respecto de 2014, alcanzando los 3 mil millones de pesos. Es evidente que el gobierno va por un colchón de recursos para afrontar la hipoteca creciente de la deuda, que se ha triplicado entre 2008 y 2013. Contrariamente a lo que sostiene el PRO, el mayor endeudamiento de la Ciudad ha ido a parar a gastos corrientes, los vencimientos son refinanciados luego a tasas mayores, transformándose en una espiral. Paralelamente, bajo una falsa descentralización, aumentan los recursos para publicidad, atendiendo las necesidades de la campaña presidencial.


En ese sentido, Ramal señaló que “en definitiva, el opositor Macri nos ofrece el mismo plato que nos mostró Kicillof en el Congreso: agravar la crisis social y el agobio impositivo a los vecinos, para servir a los especuladores financieros. Mientras tanto, el gran capital radicado en la Ciudad sigue sin ser gravado”.


Mientras tanto, los subsidios a la educación privada crecen 38 por ciento. Es el presupuesto dictado por la política privatista de la inscripción online, la evaluación educativa y la aplicación generalizada de la NES.


El presupuesto de vivienda cae del 3,6% del total en 2011 al 2,4% para 2015. La urbanización de las villas y la construcción de viviendas sociales siguen siendo postergadas en función del maquillaje y la “integración” al tejido urbano que postulan el PRO y el FpV.


El presupuesto adelanta una profundización de la línea de ajuste del PRO contra los trabajadores y vecinos, agravada por la inflación y la profundización de la crisis económica nacional. En estos días, la Legislatura es el escenario de la presentación del presupuesto, área por área. Llevaremos la agenda de los trabajadores y vecinos a cada una de ellas: la construcción de escuelas, el nombramiento de enfermeros/as y una verdadera transformación de las villas en barrios.