Políticas

24/7/2018

Ajuste sin fin: congelaron la devolución de parte del IVA a los jubilados

El gobierno busca eliminar hasta conquistas mínimas de jubilados y beneficiarios de planes

El gobierno, con mayor énfasis luego de la firma del acuerdo antiobrero, antipopular y entreguista firmado con el FMI, está lanzado a golpear a los jubilados y a los beneficiarios de planes sociales, no solo actualizando los haberes o beneficios por debajo de la inflación sino eliminado o reduciendo drásticamente incluso conquistas mínimas, como sucede con la devolución de una parte pequeña del IVA a las compras de alimentos con tarjeta de débito. 


En el caso de los jubilados, la medida, dictada en junio del 2016, solo alcanza a quienes cobran la mínima. La misma plantea que a estos y a los beneficiarios de planes sociales, les serán reembolsados 15 puntos del IVA en las compras de alimentos, pero con un tope arbitrario mensual que fue fijado en $300, equivalente a poco más del 3% de la jubilación mínima. 


Pero, como destaca La Nación (24/7), ese monto debía ser actualizado dos veces al año, de acuerdo con la evolución del costo de la canasta básica alimentaria y el gobierno lo ha mantenido congelado arbitraria e ilegalmente desde hace dos años, cuando los precios de esa canasta se incrementaron más del 50%, es decir que ese tope mínimo debería estar hoy en 450 pesos.


Muy por el contrario, en el Ministerio de Hacienda declararon que “el gobierno se encuentra en un proceso de revisión de este beneficio” para “convertirlo en una herramienta de combate contra la pobreza”. Es decir, que el gobierno viene reduciendo desde hace dos años el monto en términos reales del beneficio, mientras “estudia” como convertirlo en una “herramienta contra la pobreza”.  


El gobierno redujo las devoluciones a tal punto que la partida presupuestaria destinada a cubrirlas pasó de $17.000 millones en el 2017 a $4.775 millones en el del 2018, es decir un 72% menos.  El cínico argumento oficial es que de los $17.000 millones el año pasado solo se devolvieron $2.000 millones, es decir que no sería necesaria una previsión tan alta.


Pero cuando se dictó la medida alertábamos que, incluso esos mínimos $300 no iban a alcanzar a la masa de los potenciales beneficiarios. En primer lugar porque la mayoría de ellos no compra los productos alimenticios con tarjeta de débito, entre otras cosas porque los comercios minoristas de los barrios donde los adquieren ni siquiera tienen postnet. 


Como, en muchos casos, es allí donde se consiguen los precios más económicos, los jubilados deben optar entre el descuento de los $300 pesos o el ahorro derivado de comprar en esos comercios. Pero, además, hay cadenas de supermercados que le aplican un 10% de descuento a los jubilados uno o dos días por semana. Es decir que la “solidaria” medida oficial queda incluso por detrás de estos descuentos.


El carácter demagógico que rodeó y rodea a esta medida, lo muestra el hecho de que solo el 17% de los potenciales beneficiarios compró al menos una vez al mes productos alimenticios con su tarjeta de débito, según informó el propio gobierno. Y     que, en el caso de los jubilados que acceden al beneficio, el promedio de reembolso que cobraron rondaba en abril pasado los $160, es decir apenas algo más de la mitad del tope congelado.


La miseria del monto pagado por este “beneficio” a los sectores más vulnerables, también muestra el carácter totalmente demagógico de la medida.

Al contrario de la cínica argumentación oficial esgrimida para congelar el tope, la medida tiene escaso peso para los beneficiarios por el carácter mínimo de ese descuento que, además, se ha ido licuando en el curso de los dos últimos años. De suponer aproximadamente un 6% de la jubilación mínima en el 2016 ha pasado a ser ahora un poco más del 3 por ciento.  


Nuestro planteo es: eliminación del IVA a todos los productos de la canasta familiar.


Por un aumento de $8.000 para jubilaciones, pensiones y planes sociales.

 

Jubilaciones y pensiones mínimas que cubran el costo de esa canasta.


Puestos de trabajo efectivos para los beneficiarios de los planes sociales.