Políticas

4/5/2006|944

Akuerdo con Bergoglio: Sale Ginés, entra Alicia


La anunciada fusión de los ministerios de Salud y de Desarrollo Social en un megaministerio de Asuntos Sociales, dirigido por Alicia Kirchner, señala por lo menos dos cuestiones: una, que el acuerdo con la Iglesia ya está dando sus primero frutos, y que a Ginés González García le espera, con suerte, un cargo diplomático (Ambito Financiero, 21/4). La Iglesia no tolera que menten al aborto ni siquiera como jarabe de pico.


 


La segunda es que Alicia Kirchner dispondrá de recursos espectaculares para ir a buscar votos en el Conurbano. “Por los tiempos que manejan en la Rosada para la vuelta de la hermana presidencial es imposible disociarlo con el proyecto reeleccionista del 2007”. La hermanísima tendrá garantizado “un dispositivo para concentrar en sus manos el doble de poder del que ha tenido en su gestión” (Página/12, 22/4).


 


La actual senadora por Santa Cruz sigue manejando en las sombras todo lo que sucede en Desarrollo Social, y en los últimos días ha movido algunas piezas, ascendiendo a los piqueteros kirchneristas a puestos de mayor jerarquía y, sobre todo, mayor presupuesto. “La más llamativa fue la jerarquización del ex militar sureño Sergio Berni, cuya Dirección de Asistencia Crítica se convertirá en una secretaría. Berni es una de las columnas de Militancia Social, la estructura política con la que Alicia sale a cosechar adhesiones y reclutar piqueteros. Con una recategorización similar será beneficiado Jorge ‘Huevo’ Ceballos, líder de Barrios de Pie. Al igual que Berni, de ahora en más tendrá mayores recursos y el poder necesario para manejarlos discrecionalmente” (ídem).


 


El fortalecimiento de los piqueteros truchos supone, además, “un refuerzo a la estrategia de despliegue político que comenzó a desarrollar Alicia en el Conurbano, a donde irá a promover sus propios candidatos” (Ambito Financiero, 21/4). Las expectativas de Alicia se concentran en Almirante Brown, Malvinas Argentinas y Esteban Echeverría. Lo que permite vaticinar, una vez más, que la definición de los candidatos del espacio K en las próximas elecciones será una fuente irrefrenable de crisis y enfrentamientos.