Políticas

7/5/2021

Alberto Fernández sobre Colombia: paz social para que siga el ajuste

La rebelión popular en Colombia ha levantado una enorme simpatía en América Latina y el mundo entero. La brutal represión contra el pueblo levantado, con decenas de asesinatos a sangre fría, detenidos, heridos y desparecidos ha alimentado la conmoción y las movilizaciones. En este clima, luego de una semana de silencio, Alberto Fernández emitió un tuit, en sintonía con el presidente norteamericano Joe Biden, que se pronunció antes que él y se mostró (en forma hipócrita) critico con la represión en Colombia, donde las fuerzas represivas han sido militarizados con millones de dólares norteamericanos invertidos cada año para hacer del país la cabeza de playa en Sudamérica. El mensaje de Fernández generó una airada respuesta de la cancillería colombiana.

El tuit expresa preocupación frente a la “represión” a “protestas” y llama al pueblo colombiano a “retomar la paz social”. Sucede que no ha sido el gobierno el que quebró ahora la paz social, sino justamente la rebelión popular. Salieron a las calles a voltear la reforma impositiva, y, reconociendo la fuerza del movimiento en marcha, han seguido enfrentando al Estado con la conciencia de que se ha abierto una oportunidad para derrotar al gobierno derechista de Duque, a todo su “paquetazo” que incluye un avance en la privatización de la salud y reclamar juicio y castigo contra los asesinos del aparato represivo.

 

La continuidad de la rebelión plantea la perspectiva de hundir al plan de ajuste y al gobierno que lo lleva adelante. Si el pueblo colombiano renuncia a ese camino, por más que ha golpeado al gobierno y lo ha obligado a recular, enfrentará un escenario complicado, donde el gobierno de Duque buscará nuevos puntos de apoyo para imponerse. Algo de eso sucede en Chile, donde una enorme rebelión popular desatada en 2019 no pudo por ahora desplazar al represor  y asesino Piñeira, a pesar de desarrollar un enorme movimiento de lucha.

 

Este devenir en Chile estuvo ligado a toda la izquierda y centroizquierda continental que llamaron a darle un “cauce institucional” a la rebelión, permitiendo que continúe el gobierno asesino en funciones, y trabajando para su sobrevida. Alberto Fernández ha sido parte de ese operativo junto a todo el Grupo Puebla y propone la misma política para Colombia.

Si el pueblo colombiano le hace caso a los Fernández y vuelve a sus casas, va a quedar en pie todo un régimen de ajuste y crímenes contra el pueblo. Este consejo no es inocente de parte del presidente argentino, que enfrenta un creciente panorama de piquetes, huelgas y conflictos locales mientras intenta aplicar una variante argentina del ajuste del Fondo Monetario Internacional.

Colombia, cabeza de playa

El gobierno colombiano ha mantenido una práctica de asesinato sistemático de obreros, campesinos y opositores políticos que data de muchos años. Biden se hace el distraído pero la conoce bien porque presidió durante décadas la comisión internacional en el Senado yanqui, donde monitoreaban el interminable Plan Colombia que infló un norme aparato represivo dirigido in situ por la DEA y la CIA.

La derrota de Duque en Colombia no sólo corresponde por solidaridad con los trabajadores y campesinos colombianos y porque contagie la disposición de lucha a quienes enfrentan los ajustes capitalistas en todo el continente. Una victoria popular contra el aparato represivo de Colombia es un duro golpe a la instalación militar y policial norteamericana en Latinoamérica.

¡Ninguna paz social con los asesinos, por un triunfo de la heroica rebelión popular colombiana!