Alberto Fernández viajó a Jujuy a visitar a Milagro Sala al anoticiarse que la dirigente de la Tupac Amaru, encarcelada por el gobierno jujeño en 2016, padece de una trombosis que afecta severamente su estado de salud. Es una impostura, ya que la denuncia por su persecución política fue rápidamente abandonada por este gobierno, que asumió hace casi tres años sin tomar cartas en el asunto.

Peor aún, quien encarceló a Sala, el radical Gerardo Morales, es uno de los gobernadores opositores predilectos del presidente. De hecho le aumentó la coparticipación a la provincia del norte como a pocas otras, incluso por encima de las que son gobernadas por sus concubinos de coalición. La “truchada” se termina de completar cuando se ve que amén de esta aparición oportunista con Milagro Sala, Fernández nunca se había pronunciado por su libertad, y que ninguna mención hace al régimen de Morales, que hizo bandera de la represión, la persecución y el encarcelamiento de activistas y opositores, como demostró con el apresamiento de los dirigentes piqueteros Copello y Chorolque.

Desde que asumió Alberto Fernández nunca se pronunció en contra de la persecución política y judicial que existe en Jujuy. Sea Milagro Sala o los cientos de luchadores que fuimos encarcelados por reclamar. Además de ser socio de GM
Su visita es una farsa internista contra CFK

— Sebastián Copello (@sebacopello) June 29, 2022

Ahora bien, ¿cuál es el sentido de este viaje del presidente a Jujuy? Vale señalar para dilucidarlo cuál es el papel que juega hoy la vicepresidenta, con quien se mantiene en la línea fuego de las internas oficiales. Cristina tuvo, en algún aspecto, el giro opuesto. El kirchnerismo y La Cámpora apoyaron (y promovieron) el régimen punteril del que se valió la Tupac Amaru para desmovilizar a los desocupados jujeños durante la “década ganada”, y retomar así el control social en la posteridad del Argentinazo. Ahora, en cambio, brillan por su ausencia, siendo el kirchnerismo quien más le soltó la mano, cuando por estas horas predomina el silencio de esta fracción de la coalición de gobierno.

En medio de la cruzada de Cristina contra los movimientos sociales oficialistas, Alberto se recuesta cada vez más en ellos. Al fin de cuentas, tanto Fernández como CFK maniobran en sus trifulcas internas adoleciendo de cualquier tipo de principio, y utilizando para ello a Milagro Sala, a quien abandonaron en la cárcel mientras gobiernan acordando con Morales.

En contraposición planteamos la necesidad de que se respeten todas las garantías democráticas en la causa de Milagro Sala, en una provincia donde prácticamente no existen. Por ello nuestra lucha es de fondo contra todo el régimen represivo del gobierno de Gerardo Morales, así como por el desmantelamiento del Ministerio Público de Acusación que es el encargado de orquestar estas persecuciones.