La semana pasada el Dr. Oscar Alende, se pronunció en forma se explícita en favor de la amnistía. “Las amnistías —dijo— tienen que llegar en el momento propicio y oportuno, y no cabe duda de que hay que llegar a una reconciliación de los espíritus”. Ya en octubre pasado, el “bisonte” había calificado de “excelentes” los planteos de Caridi en favor de la “Unidad nacional” —contraseña de los que reclaman la amnistía. El paso que franquea ahora Alende coincide con las medidas anunciadas por el gobierno de Reagan en apoyo a la camarilla militar triunfante en Monte Caseros. Alende culmina una orientación política de defensa del régimen burgués, que no otra cosa es la contrarrevolución democratizante que, a partir de Malvinas, sustituyó a la contrarrevolución-militar. Alende firmó el “acta democrática” de la que salió la ley de obediencia debida; apoyó el plan Austral; saludó el acuerdo Grispun con el FMI y ahora está metido en hilvanar un frente electoral con el cafierismo, alternativa de recambio del imperialismo y la burguesía para 1989.