Políticas

7/11/1996|518

Alfonsín

La presencia de Alfonsín, en la cancha de Ferro, fue saludada por un cartel ‘nostálgico’ que pretendía re­cordar “qué bien estábamos cuan­do estábamos mal”. Si el slogan traduce la perspectiva que puede te­ner el retorno de Alfonsín, lo mejor sería que éste empiece el trámile jubilatorio.


Pero Alfonsín no es sólo el hom­bre de la ‘híper’; es por sobre todo, el del ‘pacto de Olivos’. Que tres años después de este negociado político. Alfonsín pueda volver al ruedo, muestra la completa miseria política de sus rivales dentro de la UCR. Porque Olivos mediante. Alfonsín es también responsable político de la inmensa desocupación actual y de toda la crisis política en curso.


El operativo político que llevó al acto de Ferro tiene un inconfundible tufillo oficialista, ya que Alfonsín se encuentra entre los mayores partida­rios de que Menem debe seguir hasta el final, e incluso abriga la esperanza de formar un gobierno de coalición. En Ferro, Alfonsín se candidateó para “salvar a la Nación si las ratas huyen del barco”. No es casual que Terragno insista con su oposición a es la alternativa. La oposición a Alfonsín dentro de la UCR, fue incapaz de oponerse, abiertamente a esta ma­niobra porque, en el caso de De la Rúa, quiere ‘paz política’ con el gobierno central y algunos pesos para el presupuesto municipal, y en el caso de Terragno, para evitar cual­quier sospecha de que su propuesta de alianza con el Frepaso se interpre­te como un intento de acortar el mandato del riojano. La consecuen­cia de todo esto fue que esa alianza se quebró antes de nacer, como lo demostró el raquítico ‘abrazo´ Tri­bunales.


Alfonsín pronunció un discurso ‘nacionalista´, porque es esto lo que quieren oír los ‘capitanes de la in­dustria ‘ que piden una ‘política in­dustrial activa´ No es casual, por lo tanto, que Alfonsín no reivindicara el Mercosur, del cual podría consi­derarse co-fundador. Alfonsín se sintió por un día un rey entre los tuertos.