Políticas

25/8/2018

Alfredo Casero y la lucha docente

De cómico a bufón.

“El flan es la parábola de aquel que pide lo que no hay en el momento donde no hay, con la consiguiente imposibilidad de gobernar, de crecer y de considerarnos como país y como personas”, le dijo Alfredo Casero a Nicolás Wiñazki durante una entrevista en Radio Mitre. “Queremos flan es Baradel pidiendo el 21% de aumento”, especificó, como para que no queden dudas.


El ex integrante de Cha cha cha se sintió compelido a explicar sus dichos en el programa de Alejandro Fantino al observar que la metáfora que utilizó para defender al gobierno no había sido bien comprendida por los funcionarios, que comenzaron a repetir “flan” y tomarse fotos a la hora del postre sin ton ni son.


Casero obtuvo una gran repercusión al salirse de su delirante registro habitual y enhebrar una alegoría con todas las letras. En pocas palabras, comparó cualquier reclamo dirigido al gobierno con una familia que, tras sufrir el incendio de su casa, pide flan, y acompañó con gestos de estar tocando el bombo.


La diatriba contra los docentes se produce a poco de conocerse la convocatoria a una nueva huelga provincial, al cabo de seis meses de negociaciones y nueve reuniones paritarias fracasadas y un hecho trágico, la muerte de dos trabajares en una escuela a raíz de un escape de gas, que sacó a la luz el completo derrumbe educativo de la provincia. Un vaciamiento, es cierto, que no empezó con Vidal y de cuya responsabilidad no escapa Daniel Scioli, pero que eclosionó en estos últimos dos años tras la disolución de la Unidad Ejecutora Provincial, que se encargaba de las refacciones, y de la salida del director de Infraestructura Escolar tras haber trascendido audios en los que pedía que se “dibujaran” los presupuestos para el equipamiento de escuelas bonaerenses.



No es “flan” lo que piden los docentes, desde ya. Piden poner fin al deterioro del salario, que les hizo perder varios puntos frente a la inflación; escuelas en buenas condiciones edilicias, para no morir en el trabajo y salvaguardar la vida de los chicos; defender su régimen jubilatorio, al cual aportaron durante toda una vida, con gran esfuerzo. Tampoco piden el 21% sino el 30%, aunque pronto se van a quedar cortos, con el 35% de inflación proyectado –¡por ahora!– para este año y el dólar en ascenso imparable.


El ataque de Casero a cuenta de un gobierno que pactó con el FMI el hambreamiento de trabajadores activos y jubilados dista mucho de aquella parodia de Domingo Cavallo que interpretaba en Cha cha cha en los años 90, donde personificaba al siniestro “ministro de Ahorro Postal” Don Gilberto Manhatan Ruiz.


“El gordo” pasó de humorista a bufón de la Corte.




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