En la tarde del viemes 12 de agosto, Alfonsín reunió a un “selecto” grupo de empresarios en la quinta de Olivos para pedirles “que lo acompañaran en el esfuerzo de combatir la Inflación”.

Alrededor de la mesa del presidente estaban los hombres que, sólo pocas horas atrás, habían remarcado todos sus precios por arriba del 30%, confiscando brutalmente así el salario de los trabajadores.

Frente a él estaban los hombres que fundieron al Estado nacional, esquilmándolo con la evasión impositiva, con la sub y sobre facturación en el comercio exterior, con los seguros de cambio —estatización de la deuda privada—, con los avales impagos y la capitalización de la deuda externa por más de 10.000 millones de dólares al año.

En Olivos estaban los hombres que se embolsaron 20.000 millones de dólares, sólo en cuatro años, por la reducción de los salarios de “sus” obreros. En la reunión de Olivos, donde empresarios y gobierno acordaron “congelar” y hasta “reducir” los precios, fue todo hipocresía, impostura y mentira. En las películas de Hollywood, cuando los mafiosos se reúnen, discuten y se comportan como empresarios. En Olivos, los empresarios y el gobierno, se comportaron como mafiosos.