Políticas

4/12/2008|1066

Aliverti, “new age”

“Si se piensa que las cosas saldrán mal, saldrán mal”

Eduardo Aliverti publicó en Página/12 (24/11) un artículo sobre las consecuencias de la crisis mundial en la economía nacional, y cuál debería ser la posición del gobierno sobre el punto.

Aliverti se pregunta si necesariamente la crisis internacional se descargará con fuerza sobre nuestro país, y señala que hoy ya nadie habla de la inflación sino del “descenso en la actividad”, que se paralizan las empresas automotrices y la agroexportación, pero al mismo tiempo, “no hay otras pruebas reveladoras de una merma sensible en los grandes indicadores económicos”. Dice que Argentina produce suficiente para alimentar a su población y, por lo tanto, no importa el descenso de los precios internacionales de la soja y la recesión de la industria automotriz.

Se trata de un chantaje. ¿O acaso puede hacer omisión al hecho de que el conjunto del “modelo productivo” que podría darle de comer a la población se construyó sobre la base del desarrollo de la patria sojera; y que por lo tanto el derrumbe de ese mercado implica un enorme golpe a las finanzas del Estado?

Aliverti se niega a admitir la existencia de suspensiones y despidos, con el argumento que son un fantasma utilizado por la patronal para reducir los salarios. Es una contradicción: la recesión tiene por consecuencia inmediata la expulsión de trabajadores de sus puestos de trabajo.

Pero el absurdo alcanza un grado mayor cuando traslada el debate al terreno político. Arguye que “si se piensa que las cosas saldrán mal, saldrán mal de manera indefectible. Por lo tanto, la mejor idea es aplanar las expectativas desfavorables. El único modo de lograr eso es la confianza popular respecto de que la crisis no será pagada, como es habitual, por los que menos tienen” (ídem). Básicamente, la salida consistiría en cerrar los ojos y olvidarse de la creciente (y real) inflación; de la estruendosa fuga de capitales; de los compromisos con la banca; de las suspensiones y los despidos; de que los jubilados no cobran el 82% móvil; del recorte en los presupuestos de salud y educación; y, de esa forma, confiar en que el gobierno responsable de que esta situación continúe y se profundice hará las cosas para que “la crisis no sea pagada por los que menos tienen”.

Aliverti difícilmente crea lo que él mismo escribe.