Políticas

22/6/2024

Alperovich, el ocaso de un abusador

Alperovich fue gobernador de Tucumán

La condena a 16 años de prisión por el abuso agravado de su sobrina y empleada, es el fin anunciado de la carrera política de José Alperovich y una reivindicación para todas las mujeres de la provincia que sufrieron agravios de su parte. Por supuesto que también es una victoria en general del movimiento de mujeres que ha luchado durante años por terminar con los abusos y particularmente con los abusos que vienen desde sectores del poder.

Sus comienzos

Alperovich comenzó su carrera de la mano de los radicales, partido por el que fue electo legislador en el año 1995 y hasta el año 1999, ese año el PJ derrotó a Ricardo Bussi en la contienda para gobernador y Julio Miranda, ganador de las elecciones, lo llevó como ministro de economía. La relación de Alperovich con el peronismo ya se cultivaba en la Legislatura donde José Jorge era presidente de la Comisión de Hacienda. De jefe de la cartera económica salto a senador nacional el año 2001. Se dijo durante un tiempo que Alperovich había militado en su juventud en el PC, pero esto no es así, el que sí lo hizo fue su padre, que fue director del Banco Noar por intermedio del Partido Comunista -también su esposa Beatriz Rojkes, fue parte de esa fuerza cuando joven.

En el año 2003 fue electo gobernador en el marco de una fuerte interna del PJ donde sectores que respondían al anterior gobernador le disputaban espacios de poder. El 9 de julio del 2004 esa interna se visibilizó  en Plaza Independencia donde irrumpió una movilización que venía marchando desde el sur de la provincia e impidió que se realizara el acto oficial. Esa movilización fue convocada por sectores sindicales disidentes del PJ que abrieron una brecha para la intervención de los trabajadores y las organizaciones piqueteras, ese día se le impidió hablar a Néstor Kirchner en la plaza. El conflicto terminó refluyendo gracias a la ayuda de la burocracia sindical y particularmente de la CCC. La movilización popular se desarrollaba por fuera del control del PJ y todos operaron para ponerle fin.

La interna del PJ finalizó con la Convención Constituyente del 2006, donde la reforma le permitía al gobernador, intendentes, legisladores, concejales y delgados comunales reelegirse por un periodo, esto estaba prohibido en la constitución anterior. Alperovich hizo poner una cláusula especial para el cargo a gobernador donde se indicaba que su primer periodo no debía ser contabilizado y que por lo tanto podía reelegirse dos veces y completar doce años de mandato, cosa que finalmente ocurrió.

Paulina

En el medio de la convención Alperovich tuvo su primer gran escándalo, el asesinato (todavía impune) de Paulina Lebbos. El crimen conmocionó a Tucumán, Paulina era una joven estudiante universitaria y madre de una hija. Las marchas exigiendo justicia se convocaron casi inmediatamente, la punta la hizo el Centro de Estudiantes de Filosofía y Letras, en ese momento dirigido por el Partido Obrero.  A medida que los pormenores del crimen fueron saliendo a la luz se fue conociendo una trama delictiva vinculada a los hijos del poder. Parecían estar involucrados familiares directos del gobernador, hijos de funcionarios del gobierno y una cantidad de personajes accesorios a Casa de Gobierno que participaron directamente en el encubrimiento. Alperovich en algún momento declaró en los medios que ya tenían el nombre del asesino, nunca lo dio a conocer y el crimen todavía permanece impune. La lucha del padre de Paulina, la Comisión de Familiares de Víctimas de la Impunidad y las organizaciones de izquierda lograron la condena de altos mandos de la policía y del gobierno provincial por encubrimiento.

Segundo y tercer mandato

El segundo mandato transito conjuntamente con el gobierno de los Kirchner. El control que tenía el gobernador sobre el PJ era total. Durante su mandato se realizaron tremendos negociados con la obra pública, las constructoras recibieron concesiones millonarias sin ningún control. El Tribunal de Cuentas, organismo de contralor de los gastos del Estado, también estaba bajo el ala del gobernador. Años después se sustanciaron causa contra directivos del Instituto Provincial de la Vivienda (IPV) por concesiones truchas a empresas fantasmas que conseguían concesiones para construir casas sin ningún respaldo. Las denuncias por ventas de casas del IPV llovieron en la época de José Jorge, en general la obra pública fue una fuente de enriquecimiento para una larga casta de funcionarios alperovichistas.

En el 2014 Alperovich completó su tercer mandato y fue electo senador nacional, a partir de esto ocurrió más o menos lo mismo que ocurre con todos los gobernadores salientes, pretenden conservar una cuota de poder sobre la provincia sin ser parte del gobierno. Juan Manzur, que sucedió a Alperovich, lo desplazó del poder y lo dejó solo con su banca de senador.

Final y condena

En el año 2019 Alperovich decidió presentarse nuevamente como candidato a gobernador, lo acompañó algún sector del PJ y un grupo de empresarios locales. Terminó obtenido un cuarto puesto con un magro 12% en una elección que consagró a Manzur. Durante esa campaña electoral se produjo un suceso que pinta de cuerpo entero al ex gobernado: acosó  en vivo y en directo por televisión a una periodista de La Gaceta que lo estaba entrevistando. El hecho fue un escándalo provincial y nacional; terminó sepultando la campaña de Alperovich, pero no sorprendió a los tucumanos: el prontuario del ex gobernador como acosador ya era harto conocido en la provincia y particularmente entre aquellos con los que tenía que compartir ámbitos de trabajo.

La condena a Alperovich a 16 años de prisión efectiva es un triunfo de la marea verde y en general de todas las mujeres agraviadas por el ex gobernador. El régimen político tucumano es en general un régimen de abusadores y acosadores contra las mujeres, un sistema de agravios permanente. Los denunciados son muchos más que Alperovich: el libertario Bussi tiene denuncias al respecto y fue protegido por la Legislatura, y un miembro de la Corte también estuvo involucrado en hechos similares. Intendentes, legisladores, delegados comunales, nadie se salva, son todos abusadores.