Políticas

16/9/1996|511

Alsogaray

Después de salir al ruedo para reclamar el fin del ‘plan de convertibilidad’, el casi nonagenario Alsogaray ha dado un paso más al frente, pues ahora plantea ni más ni menos que un gobierno de coalición. Alsogaray ha encontrado la compañía de Jorge Born, del pulpo Bunge y Born, que además reclama directamente la devaluación del peso. Luego de plantearla en una reunión con empresarios y emisarios del Vaticano, Born insistió con la devaluación en un programa de televisión. Según este oligarca capitalista, el peso se valorizó con relación al dólar en un ciento por ciento, desde 1989, lo cual impediría cualquier actividad exportadora rentable.


Lo interesante del planteo coalicionista de Alsogaray es que lo formula al final de un largo artículo dedicado al elogio del ‘liberalismo’ y a la condena del ‘socialismo’ (La Nación, 12/9). Para Alsogaray, sin embargo, “La posibilidad de que se forme un gran movimiento liberal parece hoy una utopía”, por lo cual recomienda “buscar otras vías para… asegurar a mediano plazo la vigencia plena del liberalismo…”. El recule del capitán-ingeniero no podría ser más espectacular, cuando se recuerda que hasta hace muy poco no se cansaba de proclamar la victoria intelectual de ese liberalismo. Lo que media entre aquella fantasía y esta desilusión no es más que el hundimiento del ‘plan Cavallo’, la quiebra del menemismo y el giro de lucha en las masas.


¿Qué hacer ahora, entonces? Para impedir “el acceso al poder de la socialdemocracia”, a la cual imagina encarnada pronto en una alianza entre la UCR y el Frepaso, Alsogaray plantea que “el país recurra a los ‘pragmáticos’ y ‘expertos’ económicos, no embanderados en ninguna corriente de ideas”. Como eso de ‘un economista no embanderado’ es un manifiesto absurdo, Alsogaray dice enseguida que pueden ser “socialistas” y/o “liberales”, es decir un gobierno menemo-opositor representado por figuras de segunda línea. Fue precisamente lo que se hizo en Brasil, bajo Itamar Franco, luego de la destitución de Collor de Melo. En el caso brasileño, los ‘socialistas’ del PT pusieron sus ‘técnicos’ en Trabajo y en la Seguridad Social.


El planteo de Alsogaray revela la inmensidad del recule del gobierno menemista y la decisión del imperialismo de servirse en forma más directa de los ‘Chachos’ y Terragnos.