El fundador del Partido Obrero y precandidato a presidente por el Frente de Izquierda y los Trabajadores, Jorge Altamira (69), no necesitó más que un simple vistazo para quedarse impresionado con el caos urbano de Belén de Escobar.

“La impresión más fuerte que me llevo es la combinación de carencias habitacionales muy grandes, por un lado, y una desenfrenada especulación inmobiliaria, del otro”, expresó Altamira tras una recorrida por el distrito que inició a media mañana y continuó hasta el atardecer.

El veterano dirigente trotskista enmarcó a la situación urbanística del distrito en un “proceso de polarización social aguda, que va a asumir un carácter explosivo en algún momento, y también de caos urbano, porque las cosas no se ordenan en forma natural. Los procesos urbanos tienen que ser planificados”.

“En Capital Federal, Vicente López y Tigre se ven procesos similares”, remató su apreciación Altamira.

El sacrificio de ser candidato

Es la cuarta vez que Jorge Altamira se postula a presidente. “Lo que en otros es una obsesión de figuración, en nosotros es una lucha política encarnizada. En la izquierda las candidaturas son un sacrificio, una campaña política para combatir las ideas dominantes”, explicó a su favor.

Pese a que el nuevo sistema de elecciones primarias, abiertas, simultáneas y obligatorias (PASO) favoreció -a la fuerza- la histórica conformación de un frente electoral de izquierda, Altamira le encuentra varios puntos cuestionables al régimen que se estrenará el 14 de agosto.

Considera que el requisito de llegar al 1,5% de los votos para convalidar las candidaturas al 23 de octubre es como “pagar peaje para ir a elecciones” y “una medida de carácter proscriptivo”, que pone en jaque la supervivencia de varios partidos en algunas provincias.

Por eso, la unidad de la izquierda inducida por la nueva Ley Electoral no es saludable para las fuerzas involucradas, según Altamira. “Crea un proceso artificial. Es un atropello que el Estado se meta así con los partidos”.

Otro concepto que dejó Altamira en la entrevista con El Día de Escobar es la creación de una oposición a medida diseñada por el oficialismo. “Esto es algo que ocurre en Rusia y en el conurbano: el gobierno monta un partido oficial y también monta un partido opositor, que después maneja las cosas de tal manera que sale segundo. En el conurbano hay listas plagadas de concejales de los intendentes”, señaló Altamira, en lo que bien podría haber sido otro diagnóstico de Escobar tan acertado y alarmante como el del caos urbano.

Junto a él estuvieron en su recorrida por el distrito la precandidata a intendente, Claudia Consiglio, y el primer precandidato a concejal, Juan Martín Manghi.