Altamira – Giordano Largamos la campaña electoral
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Consejo de Redacción de Prensa Obrera
El microestadio de Ferro tiene una capacidad de 4.500 personas, y casi 2.000 se quedaron afuera y siguieron el acto desde la calle. Centenares de ferroviarios, de gráficos, de docentes, de muchísimos gremios, indicaron el grado de movilización que produjo la convocatoria. Allí estuvieron, entre otros, y además del Partido Obrero e Izquierda Socialista, los compañeros de Pueblo en Marcha, Pueblo Unido, el PSTU, del Comité de Reconstrucción del Comunismo Revolucionario y otras organizaciones populares.
El acto fue potente por su mensaje -“nos proponemos desarrollar una verdadera polarización política y social”, planteó Altamira en relación al Frente de Izquierda- y por la energía que bajaba de las gradas y culminó en un pogo multitudinario, al grito de “Viva el Frente de Izquierda”, “Fuera los candidatos del ajuste”.
El masivo acto de este viernes 5 lanzó la fórmula presidencial Jorge Altamira – Juan Carlos Giordano hacia las Paso del Frente de Izquierda, así como a Néstor Pitrola y Rubén “Pollo” Sobrero en Buenos Aires.
Se presentaron candidatos centrales de las listas, como el dirigente del PO Gabriel Solano, a primer diputado por la Ciudad de Buenos Aires; Juan Pablo Rodríguez, que encabeza la lista de la primera sección electoral de de Buenos Aires; Romina del Plá, secretaria general del Suteba Matanza y cabeza de la lista de senadores por la tercera sección electoral, además de candidatos a intendentes y concejales de varios distritos de la provincia.
El acto en el microestadio de Ferro cumplió el propósito de clarificar lo que estaba en juego en las Paso del Frente de Izquierda que se aproximan. El debate existente en el Frente de Izquierda acerca de candidaturas tiene que ver con una divergencia de método. Lo que está en discusión es la defensa del Frente de Izquierda como un frente único contra los partidos políticos e instituciones del capital. Como indicó Jorge Altamira en su discurso, no se trata de una rencilla interna sino de la defensa de los intereses generales de la clase obrera, de seguir el método que haga posible la victoria de la lucha por el gobierno de los trabajadores. Estamos frente a una batalla fundamental, en la que lo que está en cuestión es el presente y el futuro del Frente de Izquierda, su capacidad para abrirse paso y erigirse en una alternativa de los explotados.
El Partido Obrero viene alentando este método con mucha anticipación a las elecciones.En ese sentido, el acto de Ferro es una continuidad del Congreso del movimiento obrero y la izquierda en el Luna Park, que fue diseñado para que sea realizado en común por todo el Frente de Izquierda.
Para el Frente de Izquierda esta campaña electoral no tiene otro enemigo que los tres grandes candidatos del ajuste contra los trabajadores. El acto fue la oportunidad, precisamente, para poner de relieve los grandes desafíos y responsabilidades que la izquierda tiene por delante.
El Frente de Izquierda debe prepararse para hacer frente a conflictos sociales de enorme envergadura, frente a la nueva bancarrota que asoma. A diferencia de lo ocurrido en la crisis de 2001, la nueva rebelión encontrará en acción a un Frente de Izquierda en gran desarrollo, en crecimiento sostenido, presente en siete legislaturas (estábamos sólo en una hace cuatro años) y en numerosos concejos deliberantes. Esa perspectiva fue la señalada por el acto en Ferro.
El Frente de Izquierda no es Syriza ni Podemos. El Frente de Izquierda es un frente de la izquierda revolucionaria, no de la izquierda reformista adaptada al orden social vigente. Si la crisis capitalista mundial es el terreno que promueve el crecimiento de la izquierda, el Frente de Izquierda le da a ese crecimiento una traducción revolucionaria, no reformista.
Foto: Rocío Zappelli