Políticas

29/4/2020

Alte. Brown: la realidad de los barrios expone la demagogia del Estado

En el transcurso del aislamiento social preventivo y obligatorio las redes de medios oficiales del municipio de Almirante Brown se llenaron de noticias sobre campañas de prevención y de obras públicas, en las distintas localidades del distrito, llevadas adelante por el gobierno municipal. La realidad que se vive en los barrios muestra otra historia.


No hace falta más que enumerar las condiciones de vida de las familias trabajadoras, ocupadas y desocupadas, de Brown para contrarrestar el relato del municipio: viviendas precarias, intransitables calles de tierra (barro y acumulación de agua en lluvias), falta de veredas para llegar a las paradas de colectivos, ausencia de sistema cloacal, falta de urbanización, carencia de agua potable, no recolección de residuos. Todo esto agrava las condiciones antihigiénicas en las que se vive. Por ejemplo, en varios barrios de las localidades de Glew, Longchamps, Burzaco y Claypole, se consume agua de dudosa potabilidad ya que muchas de las perforaciones de las cuales se extrae se encuentran contaminadas.


Mención especial merecen las obras públicas, caballito de batalla del intendente Mariano Cascallares, ya que las únicas que se llevan adelante son las céntricas, mientras que en los barrios periféricos no se arreglan las calles de acceso a los mismos, impidiendo el ingreso de servicios médicos, como las ambulancias; tampoco se hacen zanjeos para evitar el anegamiento. En estos lugares relegados los vecinos se organizan para subsanar la situación con sus propios medios.


En Brown no solo se dan las problemáticas que antes mencionamos, sino que en el plano sanitario también padecemos graves deficiencias. Los dos únicos hospitales se encuentran completamente desfinanciados, con falta de insumos y de personal. Así lo pusieron de manifiesto sus propios trabajadores ante el avance del Covid-19.


Nos encontramos ante un combo peligroso que puede hacer saltar por los aires el sistema sanitario, si a esto le sumamos un incremento de la cifra de infectados -que actualmente está en el orden de los 36 contagios- por la pandemia que podría llegar a pegar un salto.


En conclusión, a miles y miles les toca vivir una realidad opuesta a lo que muestran los medios afines al intendente Cascallares, haciendo imposible, de hecho, el cumplimiento de la cuarentena en medio de la pandemia. Mientras esta situación empeora, las distintas fracciones del PJ provincial se enfrentan entre sí por los fondos que nación prometió para el conurbano. Los trabajadores debemos intervenir en nuestros propios términos, formando comités barriales que aborden las demandas básicas de proveeduría de elementos de higiene, alimentos y por planes habitacionales y de infraestructura, exigiendo a implementación de los recursos frenados, mediante el control obrero de los mismos.