Políticas

30/1/2025

Apenas el 16% de los argentinos puede irse de vacaciones

La ocupación hotelera en Mar del Plata durante la primera quincena de enero cayó más de diez puntos respecto de 2024.

Vacaciones.

El dato de color del verano fue la caída en la cantidad de gente que se fue de vacaciones y en la ocupación hotelera de destinos turísticos clásicos como es Mar del Plata, lo que marca una tendencia a la baja en el veraneo que tiene a la costa argentina en general como principal destino.

Según estudios, apenas el 16% de los argentinos (menos de uno cada cinco) vacacionó o planea vacacionar en lo que resta de esta temporada de verano. Es la expresión por un lado de la caída en el poder adquisitivo de la población gracias a la política oficial de licuación salarial y techos paritarios, y por el otro del fuerte encarecimiento de los precios internos en dólares, algo fuertemente impulsado actualmente por el atraso cambiario, lo que hace que Argentina sea uno de los países más caros de la región para la población pero incluso para el turismo extranjero.

Es por este motivo que un tercio de este espectro vacacionó lo hará en destinos del exterior del país, donde una de las opciones más elegidas es Brasil por un abrumador 47%, 23% prefiere Europa, un 10% el Caribe y otro 4% Chile. Mientras tanto, de acuerdo a un informe elaborado por la Federación Económica de Buenos Aires (Feba), la caída interanual de la ocupación hotelera en Mar del Plata durante la primera quincena de enero fue de más de diez puntos respecto de 2024 y se situó cerca del 60 por ciento.

Vale destacar que, en otras épocas de dólar barato, los veraneantes iban en busca de electrónica e indumentaria, ahora en las compras abundan bebidas, cosméticos, pañales y alimentos no perecederos. El dato evidencia la caída generalizada de ingresos y la dificultad de los trabajadores para acceder a esos productos básicos en el país.

A futuro, la cosa no parece que la cosa vaya a mejorar. Recordemos que los principales grupos capitalistas están presionando para que la crisis la continúen pagando los laburantes con sus condiciones de vida y de trabajo, de manera tal de garantizar sus dividendos.

Tal es así que incluso el derecho a vacaciones pagas busca ser barrido. Es parte de los blancos de la ofensiva patronal contra lo que llaman «costo laboral no salarial», que quieren liquidar para seguir abaratando la fuerza de trabajo cuando ya no hay margen para seguir hundiendo los sueldos. Esta presión de los capitalistas sobre las condiciones de trabajo se redobla ante la pérdida de competitividad por la política de encarecimiento del peso, que en el caso del turismo impacta fuerte por el crecimiento de los viajes a Brasil.

Mauro Moyano, vicepresidente de la Cámara de Turismo, ya anticipó que si la tendencia no se revierte habrá despidos: «Achicar es empeorar la cantidad y calidad de la mano de obra. Tenemos esperanza que se puede revertir pero estamos a 10 de enero y no varía la ocupación». Es la muestra de que las patronales del turismo y la gastronomía van a descargar esta crisis sobre los laburantes de dichos gremios, que por cierto además ya se caracterizan por la enorme precariedad de sus regímenes laborales.

Nos quieren sacar hasta el derecho a vacacionar, no lo podemos permitir.

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