Políticas

13/3/2014|1305

Argentina vaticana

Ciudad de Buenos Aires

La primera sesión ordinaria de la Legislatura porteña tuvo como hilo conductor una exaltación inusitada de Bergoglio, convertido en el papa Francisco. Los diputados votaron una declaración de “beneplácito” por el aniversario de la asunción del nuevo Papa, mientras prohibían un debate acerca del día internacional de la Mujer Trabajadora para silenciar cualquier ataque al clericalismo. La moción del Frente de Izquierda para reclamar al Congreso la sanción del derecho al aborto legal y gratuito fue archivada en forma sumaria. Sí se aprobó la erección de un monumento al cura Carlos Mujica, pero con la condición de silenciar su lucha social (tercermundismo) y presentarlo, en cambio, como un antecesor de Bergoglio -quien acaba de condenar, retrospectivamente, a los párrocos setentistas. Los bloques oficiales ocultaron que Mujica fue asesinado por las Tres A, la banda parapolicial de la burocracia sindical y del gobierno de Perón-López Rega.

La clericalización de la Legislatura porteña expresa una tendencia más general. Bergoglio-Francisco se ha convertido (valga la expresión) en un árbitro de la desquiciada política criolla. Los K lo reconvirtieron de diablo en santo cuando comprendieron, a toda velocidad, que Roma no era San Martín y Rivadavia. La Presidenta retorna “a Dios” -el Te Deum del 25 de mayo. Entre las corridas bancarias, Francisco maneja algunos hilos decisivos de la crisis política. El Vaticano se ha transformado en el destino de la peregrinación politiquera, pero la moneda de cambio es la clericalización de la política patronal. Al Papa se le atribuye la frase “cuiden a Cristina” -una ambigüedad que sirve por igual para continuistas y para golpistas.

El arbitraje que ejerce el Papa delata el punto al que ha llegado la disolución del régimen vigente del kirchnerismo-oposición. Hace un mes, fue desmentida la versión de una ‘cumbre’ en el Vaticano entre partidos, centrales patronales y la burocracia sindical en camino a una reunión de la OIT. Ahora, la ‘cumbre’ será con CFK. La cena prevista recibirá la bendición de las huelgas docentes y las movilizaciones contra suspensiones y despidos.

El Vaticano cobra caro su tutelaje. Los partidos del régimen han arriado cualquier referencia o reivindicación anti-clerical. Es lo que ocurre con el nuevo Código Civil, que impugna la legalización del aborto. Verbitsky denuncia que la Corte ha rechazado un pedido para que haga cumplir su propio fallo de 2012, que establece que los abortos no punibles (por violación) podían llevarse a cabo con la sola declaración de la víctima. El periodista oficial excluye a su gobierno de lo que denuncia como una clericalización de la Corte.
La clericalización política acompaña la entrega al Club de París, el FMI, el Banco Mundial, los fondos buitre, Chevron y Repsol.