Políticas

14/6/2023|1670

Arranca nuestra campaña electoral obrera y socialista

Elecciones, crisis económica y lucha de clases. Escribe Néstor Pitrola

Gabriel Solano y Vilma Ripoll en Parque Centenario

Cuando se han realizado once elecciones provinciales, entre ejecutivas y legislativas, es claro que las oligarquías provinciales se han impuesto. También que sus aparatos políticos lo han hecho agravando y extendiendo la manipulación antidemocrática de leyes de lemas, acoples y colectoras en casi todas las provincias. Este dominio político de los grupos económicos y de poder local incluye algunos cambios de manos, como los de Neuquén y San Luis, pero a elementos del propio riñón, en el primer caso del MPN y en el segundo en un acuerdo de JxC con un sector del peronismo de los Rodríguez Saá.

Sin embargo, esos resultados tan claros no permiten advertir el curso de la lucha de clases si observamos que Gerardo Morales, después de la victoria de su sucesor, atraviesa una huelga general indeterminada docente, que en el marco de movilizaciones de masas por el salario y contra la reforma constitucional reaccionaria ha desatado el primer paro provincial de todo el movimiento obrero el viernes 16 de junio. Incluso Morales tuvo que echar lastre derogando su propio decreto antihuelgas y retroceder en algunas cláusulas de su constituyente reaccionaria. Esto en el marco de huelgas docentes en una decena de provincias, en varias de ellas contra las propias direcciones, como en Salta o la provincia de Buenos Aires. En Salta, como en Jujuy, treinta cuadras de docentes y el pueblo salteño acompañando se manifestaron también contra la ley antipiquetes del flamantemente reelecto massista Sáenz.

Los paros decretados de colectivos y ferrocarriles fueron levantados mediante agónicas conciliaciones obligatorias. Como se advierte, estos primeros chispazos fuertes contra la contención de la burocracia sindical pueden estar anticipando el cuadro social al que se enfrentarán las medidas o la ausencia de ellas con las que la burguesía enfrenta la crisis, antes, durante o después de las elecciones.

Los resultados provinciales tampoco arrojan conclusiones sobre el rumbo que tomará el país en las elecciones generales, no olvidemos que todos desdoblaron justamente para separarse de octubre. En el plano estrictamente electoral resalta la tendencia a la caída de la participación, muy marcada en Corrientes y Mendoza, apenas encima del 60% del padrón, lo que hace que el ganador de las Paso mendocinas haya obtenido apenas el 23% de los votos y el 17% del padrón. Se combina allí la disgregación de Juntos por el Cambio en tres listas, dos por adentro y una por afuera. Pero, de conjunto, en el no voto se puede estar expresando un repudio que no toma una posición política definida y que la tome en la elección nacional.

La magnitud de la crisis política se puede medir en el hecho de que a 24 horas de la inscripción de alianzas no se conoce la marca con la que se presentará el peronismo y aún si no habrá un frente por afuera del peronismo, además del de Schiaretti, que se presenta por afuera de las dos coaliciones que nos vienen gobernando. Más todavía, no conocemos la o las fórmulas del peronismo y la pelea interna en Juntos por el Cambio tomó escala sangrienta con el debate de la incorporación de Espert y la frustrada entrada del gobernador cordobés, maniobras últimas de Larreta. El temor de las dos coaliciones que gobernaron los últimos ocho años, el macrismo y el kirchnerismo, a no entrar en el balotaje pinta de cuerpo entero la magnitud de la crisis y los violentos giros y convulsiones económicas y sociales a los que asistiremos en los próximos meses.

Estabilización con “Rodrigazo”, un plan de guerra contra los trabajadores

La inflación escala al ritmo del 150% anual. Las reservas negativas, en unos 1.500 millones de dólares, significan que están usando la plata de los ahorristas y que por lo tanto caminan en la cornisa de una corrida bancaria como la de 2001. La deuda cuasifiscal que implican los pasivos del Banco Central en 15 billones de Leliqs y pases se asemejan a la de los ’80, que terminaron en la hiperinflación. La retención de 10 millones de toneladas de soja más allá de la sequía y a pesar de los dólares especiales, al lado de una brecha cambiaria que flota en el 100%, presionan por una megadevaluación, como la del “Rodrigazo” de 1975.

En resumen: la crisis, en su originalidad, en el contexto internacional de la guerra imperialista de Ucrania y la crisis capitalista que ha tomado nuevo impulso con las quiebras bancarias y la guerra geopolítica tiene componentes de todas las grandes crisis. Las presiones del FMI por una devaluación estarían en la línea de que el trabajo sucio contra las agobiadas masas populares lo haga al menos en parte el gobierno que se va, aunque sin arrojarlo al default. Un delicado equilibrio que se está devorando al ministro-candidato Sergio Massa y al equipo liberal de Rubinstein y Macdur. Y, por supuesto, al kirchnerismo, que discursea mientras convalida a “Sergio que agarró una papa caliente”.

Entre los economistas de Larreta y Bullrich, los Melconián, Lacunza o Laspina, el debate es el “plan de estabilización” que aplicarán no bien suban. Cuyo punto de partida es una megalicuación de los salarios, cuando se estima que al menos un 70% del salto del dólar iría directamente a los precios. En otros casos históricos eso llegó al 100%, fue el caso del Rodrigazo que disparó la huelga general de 1975 contra el gobierno de Isabel.

Si habrá “plan Bonex” o no es un debate, porque hay una bomba que no licúa la devaluación, que es la de la deuda dual, atada a la inflación y al dólar y la de los pasivos del Central, que cuestan una base monetaria entera cada cuatro meses. Estamos en default técnico, solo se puede pagar ampliando deudas, con lo cual la reestructuración de deudas en dólares o en pesos está fuera de discusión, pero resta saber si eso se hará bajo la forma voluntaria o directamente bajo el caos de una explosión de mercado o medidas compulsivas del Estado. Otras delicias como la “inflación reprimida” en combustibles y los tarifazos para llevar el déficit fiscal a cero completan un escenario económico y social dantesco, arriba de la Argentina de la pobreza. Algunos se preguntan si será todavía posible bajar más los salarios y jubilaciones reales de lo que los ha bajado el propio peronismo con el concurso de la burocracia sindical.

En el plenario del 17 arranca nuestra campaña electoral obrera y socialista

La izquierda no ha podido expresar electoralmente la bronca popular. Solo en Jujuy hubo un salto en la previa de estas grandes luchas en la provincia. Y en Salta, dispersa, alcanzó un 6%. En Neuquén mantuvimos posiciones. Daremos otra batalla en Santa Fe el 16 de julio. Pero el escenario de agosto es bien distinto y hay mucha tela para cortar si el objetivo es tallar en la conciencia de los trabajadores, preparando las grandes batallas que vendrán en la arena de la lucha de clases.

El voto a Milei, que ha sido un chasco en las provinciales, está presentando más debilidades. Un estudio estableció que solo un 62% de los potenciales votantes cree en la dolarización y que solo un 44% banca la privatización de la salud y la educación (Fara). Parte de ese voto puede estar entre los que se abstuvieron el último domingo. Parte también puede estar en las calles de Jujuy. La batalla docente que el Partido Obrero encaró sobre el programa de Milei en barrios, colegios y fábricas hay que seguirla, es vital.

Es fundamental qué ofrecemos a la base electoral del peronismo que hizo una experiencia con el Frente de Todos diseñado por Cristina. Cómo desnudamos a la burocracia sindical que hoy se divide entre Massa (gordos), Scioli (moyanismo) o Wado (barrionuevismo, Corriente Federal y CTAs). Es central desenmascarar a la corrupción capitalista de toda la “casta” que disputa la Justicia en favor de su propia impunidad, sea la de Cristina, la de Macri y las de sus elencos políticos. Nada de esto lo podemos hacer desde el rumbo del oportunismo político con el kirchnerismo de Bregman y Del Caño, que cojean de estas patas. Las de colocarse en el campo del cuestionamiento sesgado a la derecha, a la Corte o al cuestionamiento al kirchnerismo solo por sostener a Massa, cuando toda su política es el rescate de la deuda, de los banqueros y del FMI y su ajuste; cuando el kirchnerismo pacta con toda la burocracia sindical y la estrategia de recuperación de los sindicatos es más importante que nunca.

Para rescatar los principios fundacionales del Frente de Izquierda, en su defensa, es vital que seamos la expresión política y los organizadores de las grandes luchas de los explotados a la vanguardia, de la cual estuvo durante todo el mandato peronista, el movimiento piquetero, en particular la Unidad Piquetera, construida en los barrios más profundos de todo el país, durante la pandemia y después de ella. Somos los que luchamos en Guernica, en los acampes y marchas federales contra el hambre y por el derecho al trabajo, por la tierra y la vivienda. Al mismo tiempo, quienes nos jugamos hasta el final en la huelga del Sutna para arrancar la mejor paritaria del país, quienes estamos junto a cada lucha fabril y sindical impulsando el frente único del clasismo para recuperar los sindicatos, contra la idea de la “auto-organización”.

Las listas que encabezarán Gabriel Solano y Vilma Ripoll, cuyos nombres centrales se votarán en el plenario de la militancia y los luchadores el 17 de junio, debatiendo los ejes para enfrentar a los políticos capitalistas, con el método propio de los socialistas y de los trabajadores, tendrán ese carácter. Con representantes de aquellos movimientos, de la juventud, del movimiento de la mujer, de las asambleas ambientales, de la lucha contra el gatillo fácil y por los derechos humanos. Para ello hemos convocado a las organizaciones de lucha al debate.

Vamos a combatir la idea electorera de captar circunstancialmente el desencanto kirchnerista. Vamos en las Paso a levantar al Frente de Izquierda como alternativa de poder político de los trabajadores, que contribuya a la vanguardia obrera y popular a saltar el cerco del peronismo y de todos los partidos capitalistas.

https://prensaobrera.com/sindicales/el-salario-en-la-agenda-de-la-lucha-y-de-las-elecciones