Políticas

21/11/2001|730

Asamblea Popular Constituyente

En las últimas declaraciones y manifiestos del Partido Obrero se ha añadido la expresión “popular” a la consigna de la Constituyente, lo cual en principio está de más porque toda verdadera Asamblea Constituyente es esencialmente “popular”.


Sin embargo, en la historia mundial las asambleas constituyentes han sido populares en grado diferente. Es decir que expresaban a determinadas clases del pueblo con mayor fuerza que a otras. Para ser más precisos, nunca llegaron a darle una representación adecuada a las clases más explotadas y combativas del pueblo, las cuales, en el mejor de los casos, llegaron a tener una enorme gravitación sobre esas asambleas, no en virtud de su representación, sino como resultado de las acciones extraparlamentarias que realizaban precisamente para influir en sus decisiones.


Una Asamblea Constituyente verdaderamente popular en la Argentina, no solamente debería desconocer de inmediato la deuda externa y proceder a colocar bajo la dirección del Estado los resortes económicos estratégicos. También debería establecer la revocabilidad de los mandatos, de modo que cualquier diputada/o constituyente pudiera ser sustituido en función de una resolución popular. Otra cosa es que no solamente debería poner bajo su mando la defensa militar, sino disolver los aparatos represivos y reestructurar sobre nuevos principios a las fuerzas armadas.