Políticas

2/6/2023

Asesores de Milei describen el plan para dolarizar

El plan incluye un “enorme ajuste fiscal” y un “perdón fiscal” a los dólares fugados.

Domingo Cavallo junto a Carlos Rodríguez y Roque Fernández, asesores de Milei

Dos exfuncionarios del gobierno de Carlos Menem, Carlos Rodríguez y Roque Fernández, exviceministro de Economía y exministro de Economía, respectivamente, anunciaron sumarse como asesores de Javier Milei y su plan de dolarización y se explayaron sobre cómo piensan financiar la dolarización.

La incorporación de estos dos economistas del menemismo ambos fundadores de la usina liberal del Cema es la confirmación que los planes de Milei son una versión 2.0 de la convertibilidad de los años noventa. La implosión de la convertibilidad llevó al “Argentinazo” del 2002, cuando de “un peso un dólar” se pasó a “cuatro pesos un dólar”. Una devaluación de la moneda nacional que junto a la captura de los depósitos de la población (corralito) produjo inflación, recesión y una ola de pobreza masiva. Fue la confirmación del fracaso de los “liberales” ahora reciclados como “libertarios”.

La convertibilidad de Menem-Cavallo se financió con privatizaciones y endeudamiento y ató la economía nacional a Wall Street

La estabilidad de la “convertibilidad” de Menem-Cavallo, del “uno a uno”, fue financiada por el ingreso de dólares de la privatización de las empresas de servicios públicos, transporte, centrales y distribuidoras de electricidad, YPF, etc. Y cuando no alcanzó se apeló al endeudamiento externo. Es importante destacar que el déficit de cuenta corriente fue una constante durante la convertibilidad y la fuga de capitales no se detuvo y fue engrosando las cuentas de los evasores en el exterior.

Las empresas estatales pasaron a manos de capitales privados, se produjo un festival de emisiones de acciones en Wall Street produciendo desde entonces un estrecho vínculo entre los vaivenes de las crisis financieras de Wall Street a la economía nacional.

Así ocurrió durante la crisis del 2008 cuando la crisis de las hipotecas en Estados Unidos se convirtió en un derrumbe de las bolsas mundiales que se trasladó a la economía local generando una importante caída de las exportaciones, baja de la capitalización de las empresas, aumento del “riesgo país” y dificultades de financiamiento del Estado y las empresas. Una crisis importada por los “estrechos” vínculos con el capitalismo financiero.

Desde los noventa, el capital financiero tiene un mayor dominio de la economía nacional, las empresas “nacionales” (YPF, eléctricas, etc.) que cotizan en Wall Street tienen entre sus grandes accionistas a los “fondos buitre”, como BlackRock, Templeton, Fidelity, etc., que privilegian la obtención de dividendos a la inversión, como demuestra el vaciamiento de YPF y de las empresas de servicios eléctricas.

Los economistas que produjeron entrega del patrimonio nacional que terminó en un fracaso de recesión y empobrecimiento regresan ahora “reciclados” como “libertarios”.

Lo que anunció Carlos Rodríguez: “enorme ajuste fiscal” y “perdón fiscal” para los dólares que están en Miami

Ahora los “libertarios” regresan como los salvadores del proceso inflacionario, con un plan financiero de “dolarización”, que incluye nuevos beneficios al capital financiero como un “ajuste fiscal” para generar superávit fiscal suficiente y poder pagar el endeudamiento externo en “dólares” y un “perdón fiscal” a los evasores, como precondición de la dolarización.

El plan de Carlos Rodríguez se basa en la experiencia de la “convertibilidad” de la que han quedado 14 millones de cuentas activas en las que hay depositados 15 mil millones de dólares en “blanco” o sea declarados fiscalmente. Pero agrega que 300 mil millones de dólares “en el colchón”, no declarados en cuentas en el exterior o en cajas de seguridad. Y agrega que si hacemos un “perdón fiscal” y facilitamos su circulación, son suficientes para rescatar los pesos en circulación y dolarizar el sistema monetario.

Pero para “despesificar” la economía, o sea retirar los pesos de circulación y dolarizar, hay una condición previa. “Por supuesto –nos previene Carlos Rodríguez-, es necesario un enorme ajuste fiscal” agregó en un reportaje en LaNacion+ y en declaraciones al Cronista.

El “enorme ajuste fiscal” para el plan dolarizador incluye recortes en los presupuestos de educación pública en todos los niveles, de la salud pública y el regreso a las fondos de pensión para suplantar el actual régimen de reparto de jubilaciones y pensiones, el regresando a las AFJP del menemismo de canalizar los fondos de las jubilaciones al del capital financiero.

También un plan de privatización de empresas que aún maneja el Estado, todo este plan se encuentra en la plataforma de los “libertarios” presentada a la justicia electoral.

La dolarización requiere “un gran ajuste fiscal” del presupuesto y un “perdón fiscal” a los dólares fugados al exterior

El plan de dolarización requiere la “despesificación”, retirar los pesos del circulante y el dinero de las cuentas corrientes y cajas de ahorro que, según dice Carlos Rodríguez, suman 35 mil millones de dólares.

¿De dónde salen los dólares necesarios? se obtendrían de los “dólares en el colchón”, de los 300 mil millones de dólares que fueron fugados del control fiscal y se encuentran en el exterior. Para atraerlos se requiere un “perdón fiscal” amplio, que se diferencia de un blanqueo porque sería facilitar su ingreso libre a la economía, sin restricciones ni impuestos.

La dolarización sería financiada con un fuerte ajuste fiscal del presupuesto que recortaría los gastos sociales para generar un superávit que financie el pago de la deuda ahora dolarizada. Y por otro lado un perdón fiscal a los capitales fugados del control fiscal.

Pero hay más.

La innovación respecto al plan de convertibilidad del menemismo es la dolarización de la deuda del Banco Central mediante su conversión de pesos a dólares. Que suma 12 billones de pesos que considerando el dólar oficial alcanzan a 50 mil millones de dólares que se agregarían a la deuda en dólares.

Entre el dólar y el yuan

Desde la guerra de Ucrania, se han producido una serie de transformaciones en la economía global. Estados Unidos, Europa y aliados han generado una serie de sanciones a Rusia para restringir el comercio de petróleo ruso y sus derivados y de los granos en dólares.

Todo esto generó escasez de granos y energía y suba de precios. Y dificultades de abastecimiento por las restricciones a comerciar los productos de Rusia en dólares, lo que impulsó a la apertura del comercio de petróleo de Rusia en yuanes chinos al que adhirió uno de los principales productores y exportadores mundiales, Arabia Saudita.

El príncipe heredero de Arabia Saudita, Mohammed bin Salman, y el presidente chino, Xi Jinping, “acordaron aumentar la cooperación en materia de energía y comercio, incluida la venta de petróleo de Arabia Saudita a China en yuanes. Arabia Saudita, el mayor exportador de petróleo del mundo, tradicionalmente ha vendido petróleo en dólares estadounidenses. Sin embargo, este cambio podría reducir aún más el dominio del dólar estadounidense en el comercio y las finanzas internacionales, particularmente en el mercado del petróleo.”

Esta “desdolarización” se produce principalmente en Asia. Un ejemplo es el caso de Irak, donde acaban de cumplirse 20 años desde la invasión de la Otan liderada por Estados Unidos y acaban de prohibir el uso del dólar. “El gobierno iraquí ha emitido una prohibición que impide comerciar en dólares estadounidenses en el país. La medida tiene como objetivo incentivar el uso de la moneda local, el dinar iraquí, y reducir la influencia del dólar, informó la agencia The National News”.

En Argentina ante la falta de dólares, el gobierno produjo la activación de la línea de intercambio de monedas entre los bancos centrales de Argentina y China (swap) no solo revivieron las importaciones sino también otros negocios financieros como el comercio de futuros de yuanes en la Matba Rofex.

En Argentina, la “activación especial” del swap es de 35.000 millones de yuanes (alrededor de U$S 5.000 millones) se usará para compensar operaciones del mercado cambiario. Se estima que uno de los pedidos de Massa si viaja a China en junio o a fin de mes si va a la Cumbre de los Brics en Beijing sería una nueva ampliación del swap.

La dolarización es ajuste fiscal y libertad para los dólares de los evasores

La dolarización no es un plan “antiinflacionario” ya que la economía “del dólar” está padeciendo la inflación más alta en décadas. Y su banco central (FED) se encuentra en una suba de tasas para combatirla. Dificultando y encareciendo el financiamiento de empresas, las deudas del estado.

Vamos a pasar de una inflación en pesos a una inflación en dólares “importada”.

La dolarización es una máscara de mayor ajuste, es un planteo financiero a los problemas de la economía. Su sometimiento a los dictados del FMI y los acreedores, cuando lo que debemos modificar son las cadenas que impiden el desarrollo de la economía nacional.

Es la hora de los trabajadores, que deben avanzar en su organización y lucha por un programa que impulse sus reivindicaciones y elabore un plan alternativo a los partidos patronales. Los trabajadores deben adueñarse de las finanzas nacionales y del comercio exterior. Poner los recursos nacionales al servicio de los trabajadores y el pueblo.

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