Políticas

5/11/2009|1107

Asignación por hijo: de Rentas Generales a la Anses para pagar la deuda externa

El lanzamiento de la asignación de 180 pesos por hijo ha sido una oportunidad para que el gobierno perpetre una nueva estafa contra los jubilados y los niños, en beneficio de los acreedores financieros.

No por casualidad, “los matutinos financieros” acogieron muy conformes el anuncio oficial: “la renta financiera no se toca”, destacando que el gobierno nac & pop descartó gravar los intereses y las ganancias en la Bolsa.

El fraude consiste en financiar esa asignación con el dinero del sistema jubilatorio, que deberá hacerse cargo del pago de unos 2 millones de nuevos subsidios por 4.000 millones de pesos anuales y de los 3 millones de subsidios por unos 5.000 millones que ya se estaban pagando a través del Plan Familias y otros planes con impuestos que recauda el Tesoro Nacional. El nuevo sistema absorbe los planes existentes, tanto nacionales como provinciales y municipales.

“Así el Tesoro –Nacional y de provincias– queda liberado de gastar unos 5.000 millones de pesos anuales, que hoy provienen del pago de los impuestos o de nueva deuda, y el gobierno podrá destinar esa suma a cerrar el bache fiscal y el programa financiero de pago de la deuda. O a otros proyectos del Poder Ejecutivo” (Clarín, 31/10).

Durante todos estos meses, la Anses le estaba prestando plata al Tesoro para el pago de la deuda. En adelante, además de seguir usando el dinero de la Anses, el gobierno saca directamente el dinero de los actuales y futuros jubilados para que se haga cargo de pagos del Tesoro y éste pueda contar con recursos extras para pagar la deuda.

“Hasta ahora, el Fondo de Garantía le prestaba al Tesoro con la colocación de bonos y Letras. Ahora, la novedad es que el Fondo Previsional se hará cargo directamente del pago de todo este nuevo régimen de asignaciones” (Clarín, 31/10). El ministro Boudou justificó meter la mano en el sistema jubilatorio con el argumento de que sólo desvían al pago de esta asignación los intereses de las inversiones de la Anses, mientras preservan el patrimonio o capital del Fondo. El argumento es insostenible porque la capitalización de los intereses es clave para que cualquier patrimonio no se desvalorice o licúe.

Hasta ahora, el gobierno venía diciendo que no podía aumentar las jubilaciones o extender el fallo Badaro a todos los jubilados porque no quería usar el dinero del Fondo de Jubilaciones para el pago de beneficios corrientes porque esa plata servía de garantía para el futuro de los jubilados. De golpe, no le importa usar ese fondo para la asignación de 180 pesos.

Con este cambio de postura mató dos pájaros de un tiro: le arrebató a los Carrió, Solanas y Lozano la paupérrima bandera de la asignación por hijo y se embolsó de 5.000 millones de pesos extras por año para cumplir con el pago de la deuda.

La nueva asignación absorbe las anteriores. Para un matrimonio con dos hijos, el plan sumaría 360 pesos por mes, un valor inferior al costo de la canasta de indigencia del… Indec. O sea, el plan de “distribución de la riqueza” no saca a las familias ni siquiera de la indigencia.