Políticas

25/11/2022

Avellaneda: Ferraresi aplica un nuevo tarifazo contra el pueblo trabajador

Intendente Jorge Ferraresi.

El ejecutivo municipal de la ciudad de Avellaneda (Todos-PJ) presentó en la Cámara Deliberante, el pasado jueves 24 noviembre, la Ordenanza Fiscal Impositiva 2023, con un fuerte aumento al impuesto municipal, incrementando un promedio del 84% la Tasa de Servicios Generales (TSG). De este modo, Jorge Ferraresi aumenta la tarifa más del 30%, con relación a lo inflado en 2022.

Jugando con la carta de mayoría absoluta, y una tibia critica de la oposición macrista, el tarifazo anticipa que “la TSG para viviendas pasará a tener un valor mínimo cercano a los 3.750 pesos. Mientras que los comercios que tengan hasta 40 metros cuadrados abonarán 7925, más 69 pesos por cada metro cuadrado extra. Mientras que las viviendas precarias abonarán 1.375 y las nuevas desde 3.756 pesos hasta 7.307. A su vez, el cobro por el derecho de construcción irá desde los 460 hasta los 1.839 pesos por metro cuadrado. Por su parte, la tasa por inspección de seguridad e higiene en calles y avenidas principales irá desde 4413 hasta 8455 pesos. Además, lugares recreativos que facturen un excedente abonarán alrededor de 20 mil pesos extras” (Política del Sur 24/11).

Desde el bloque oficialista (Todos-PJ), justificando el tarifazo, en más de un 20% con relación a la inflación estipulada (a nivel anual) en el presupuesto nacional, afirman que “los números de aumentos que exime el ejecutivo son para poder garantizar, como hasta ahora, un funcionamiento óptimo del distrito”.

La inmejorable ciudad de Avellaneda mantiene trabajadores municipales con salarios por debajo de la línea y en negro. Ferraresi explota el cooperativismo, el monotributismo, a aquellos que cobran el Potenciar Trabajo (haciéndolos trabajar por la mitad del salario mínimo vital y móvil). Hasta incluso a destajo. “Acá laburamos así, nunca nos dan nada” nos relata un trabajador municipal, mientras barre una plaza de Villa Dominico. Consultado si recibieron la vacuna contra el dengue y/o repelentes nos responde que “no, nada, lo tenemos que comprar nosotros”. Ajuste en las condiciones salariales y laborales, que pone en serio riesgo la seguridad física de todos y todas las municipales, que de forma diaria ejercen sus tareas.

Pese a no conocerse bocetos del balance presupuestario 2022 (recordemos que en 2021 quedaron más de 18 mil millones de pesos de superávit fiscal sin destino), el gobierno local busca aprobar de forma vez, aprovechando la “ola mundialista”, la ley de leyes para el próximo año, con un aumento del 104% con relación al del actual año. En seguridad se incrementaría en un 3,20%, salud un 4,70%, educación 8,50% y en la caja negra de la obra pública un 45%.

Denominada así porque nuevamente no existen planes de obras en las barriadas más urgentes, como Villa Tranquila, Villa Inflamable, Isla Maciel, Villa Corina, etc. A la contaminación y la crisis habitacional, se le suman las paupérrimas condiciones de vida, ausentes de redes de agua potable, de cloacas, pluviales, asfálticas y de tendido eléctrico seguro.

Vecines y estudiantes denuncian que los arreglos edilicios efectuados en las instituciones educativas no son suficientes, ni de calidad. Sumado a que en varias ocasiones fueron realizados por ellos mismo, a partir del programa “Tu Viaje de Egresados Solidario”, ahorrándose el municipio la mano de obra. Algo similar sucede con la salud. Es imposible pensar en salitas de primeros auxilios, hospitales y trabajadores con los elementos básicos por su atención, y salarios acorde a sus tareas, con un aumento presupuestario menor al 5%.

Desde su edificio de lujo de Puerto Madero, el intendente pejotista, Jorge Ferraresi, vuelve a descargar un fenomenal tarifazo y ajuste al pueblo trabajador de Avellaneda. A pedido de la gran patronal. El nuevo presupuesto no esgrime la propuesta de los famosos impuestos a las grandes fortunas.

Ataques al bolsillo de les laburantes, que se suma a los incrementos de las tarifas de luz, gas y agua, de los combustibles, de una inflación mensual no menor a los 6 puntos (donde los alimentos ya treparon más del 100%), de una devaluación en escalada imparable. El gobierno “nac&pop” exprime y ajusta en una ciudad donde más de la mitad de los pibes y jubilados no comen las cuatro comidas diarias. “Cada vez que abrimos nuestros comedores viene gente nueva con su taper. No nos alcanza la olla” nos relatan compañeros y compañeras del Polo Obrero que de forma diaria alimentan a centenares de vecines y trabajadores de las barriadas más urgentes.

Todo acompañado por la oposición (Cambiemos) que han expresado que no acompañarán el tarifazo, pero no proponen un plan de salida. Porque de incremento a nivel nacional no plantaron critica alguna. Y de las burocracias sindicales municipales. Hoy todas sus variantes acompañando al gobierno, posterior a un mísero aumento salarial en cuotas, dejando el salario básico por debajo de la línea de pobreza. Es urgente un paro activo y un plan de lucha. PJ, UCR y Pro nos hunden en la barbarie, con el fin de seguir pagando al Fondo Monetario Internacional una deuda ilegitima y fraudulenta, que solo ha servido para financiar la extraordinaria fuga de capitales.

La salida a la crisis está en manos de la clase trabajadora, ganando las calles por un ingreso igual a la canasta básica. Por planes de obras públicas y viviendas populares bajo control de les vecines y laburantes de los barrios y villas. Pase a planta permanente a todes les municipales. Comisiones de seguridad e higiene en todos los lugares de trabajo y barriadas, bajo control obrero.

No al tarifazo. Abajo el ajuste. No al pago de la deuda. Fuera los políticos capitalistas. Por un movimiento popular con banderas socialistas.