El pasado miércoles 26 de julio, en una nueva sesión ordinaria del Concejo Deliberante, explotando la mayoría automática, el oficialismo (Unión por la Patria-PJ) aprobó dos modificaciones fiscales en beneficio de los empresarios dueños de Edesur y bingos de la ciudad.

En el primer caso, a pedido del intendente Jorge Ferraresi, sus 15 legisladores levantaron la mano, para votar de forma afirmativa el perdón impositivo a las deudas de la empresa multinacional a cargo del transporte del servicio eléctrico de media Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA). “El oficialismo expuso que se tratan de intereses y multas de una deuda de 112 millones de pesos, que de esa forma la empresa pagará lo adeudado. El bloque de Juntos por el Cambio aseguró que la empresa tiene además otras deudas con la comuna por 1.800 millones” (El Termómetro, 27/07).

De este modo, el jefe peronista, que dejó su cargo de intendente para presidir la intervención administrativa de la compañía eléctrica por 46 días a causa de los innumerables cortes de luz a inicios de año, le entrega otro regalo a Edesur, incluso a pesar que el informe de dicha intervención haya concluido en que la empresa hace rato que no invierte ni un solo peso en el servicio.

Las amenazas de recisión de contrato por parte de Ferraresi (en marzo de este año) fueron discursos para la tribuna, papel mojado. La firma, con la central eléctrica en el puerto de Dock Sud, no solo sigue con el negocio sino que el servicio empeoró. Las fallas y cortes se dan de forma más seguida y por más tiempo, a lo que se le suma la suba del valor de las tarifas por parte del ejecutivo nacional, encabezado por Alberto Fernández y Sergio Massa. “El incremento de junio sobre las tarifas de luz será de alrededor del 11 por ciento para los hogares de ingresos altos, del 24 por ciento para los de ingresos medios y del 35 por ciento para lo de menores recursos” (La Nación, 31/05).

Del mismo modo, no existe ningún tipo de control por parte del Estado en el cumplimiento de las obras prometidas. “Según la intención del gobierno, el cronograma disponía de la realización de 278 obras en doce municipios del sur del conurbano bonaerense” (Infobae, 09/05). Solo en Avellaneda, habitantes de asentamiento, villas y barriadas humildes, como Villa Tranquila, Inflamable, Azul, Corina, Isla Maciel, Las Tierritas, para nombrar algunos casos, no cuentan con un servicio eléctrico seguro. Son innumerables los casos de fallecidos, heridos y daños materiales (incendio de casillas) por cortocircuitos, causales de precarias conexiones.

En el segundo caso, a pedido de los empresarios del juego y las apuestas, los concejales oficialistas avalaron la baja en el monto a abonar a las arcas del municipio por parte del sector. De este modo Kandisky S.A, firma propietaria de Bingo Wilde, y Blyemas, responsable del Bingo Avellaneda, reducirán el monto a pagar del Aporte Anual sobre la “Responsabilidad Social Empresarial”, justificado por una supuesta baja en sus recaudaciones.

Mientras los dueños de las salas de juegos de Wilde habían acordado con la Gestión A el depósito de 25 millones de pesos anuales, se lo bajaron a 4 millones, el 16% de lo que en realidad debería haber pagado. En el caso de la casa de apuestas ubicada al costado del Puente Pueyrredón, aumentó la alícuota que abonará al municipio, pero su monto es muy por debajo de la inflación interanual. De este modo, las bajas aprobadas incumplen la ordenanza recaudatoria creada en 2022, con vigencia hasta 2026.

No es novedad este obsequio tarifario a las grandes patronales por parte del gobierno “nacional y popular”, que de forma anual aprueba dicho indulto fiscal. Desde la oposición macrista, pese a votar en contra, no ha tomado la palabra solicitando informes que justifiquen los perdones, como tampoco del incumplimiento de las obras electicas en las barriadas. De este modo, y valiéndose de la mayoría automática, juegan a la oposición y le dejan el trabajo ajustador el oficialismo. En conclusión, a la hora de los bifes, la grieta desaparece en beneficio de las grandes patronales.

A cambio de estos regalos impositivos, mientras desarrolla un discurso progresista con miras a la reelección, el gobierno de Jorge Ferraresi despliega un fuerte ataque a los bolsillos de los vecinos y trabajadores de Avellaneda, ya golpeados por la inflación, la devaluación y el congelamiento de los ingresos (salarios, jubilaciones y planes sociales). La Tasa de Servicios Generales (TSG) se incrementó más de 84% promedio, logrando que Avellaneda sea la ciudad del tarifazo récord a nivel nacional, ganándole a sus vecinos de derecha: Grindetti en Lanús o Larreta en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. A esto se suman los salarios municipales ubicados por debajo de la línea de pobreza y un presupuesto local en áreas claves como salud, educación y cultura con aumentos por debajo del 10% en comparación al año pasado.

Es hora de terminar con los gobiernos capitalistas responsables del ajuste, los tarifazos y las precarias condiciones de vida del pueblo trabajador. Desde el Partido Obrero en el Frente de Izquierda vamos por la nacionalización de todos los servicios públicos y estratégicos, bajo control obrero. Marcha atrás de los tarifazos. Por un plan de serio de obras públicas y viviendas populares auditado por los habitantes de las villas, asentamientos y barriadas más urgentes. Para todo esto, y para tener la voz de los laburantes en la Cámara Delibertante, vamos por concejales obreros y socialistas. Vamos con la izquierda que se planta.

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