Políticas
10/3/2025
Bahía Blanca: no es una catástrofe "natural"
Asambleas populares para luchar por el resarcimiento para todos los damnificados.
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Partido Obrero Bahía Blanca
Inundación Bahía Blanca.
La ciudad de Bahía Blanca sufrió su tercera gran tormenta en 14 meses. La primera, apenas asumido Milei, fue un temporal con vientos huracanados que destruyó viviendas, volteó árboles, el tendido eléctrico y de cables, dejando sin luz e internet a varias zonas por días, y 13 víctimas fatales confirmadas. El liberfacho se apersonó en la ciudad, no sin antes pasar a votar en las elecciones de Boca, y vestido con uniforme militar le hizo un corte de manga a los bahienses y los mandó a arreglarse “con lo propio”.
Ahora, en pleno año electoral, Patricia Bullrich, Petri y Espert montaron un circo electorero y a puro carancheo para sacar rédito del desastre. Al momento hay (de nuevo) 16 muertos confirmados y más de 1.300 evacuados.
El circo, además, está centrado en el despliegue de las fuerzas represivas (Armada, Prefectura, Gendarmería, Policía Federal). Los operativos de rescate de familias que se quedaron sin vivienda, que en algunos barrios tuvieron que refugiarse en los techos que era lo único que se veía sobre el agua, preparan también el día después. En palabras del ministro Francos “el problema más serio va a ser cuando baje el agua”. No se refiere a la reconstrucción del Hospital Penna destruido por el agua, ni a la reparación de los daños a cargo del Estado. Lo que teme Francos es que los barrios y los bahienses en general comiencen a organizarse para luchar por esa reparación que tiene que estar por completo a cargo del Estado en todos sus niveles, municipal, provincial y nacional.
Oliendo que el horno no está para bollos el gobierno nacional bajó un cambio en su ataque a Kicillof y por ahora se impuso un clima de “unidad nacional” entre los tres niveles de gobierno que han formado un comité de crisis, ninguno de los cuales se priva en destacar en primer lugar la tarea de las fuerzas represivas, y en alimentar el temor a los saqueos o robos de casas deshabitadas.
El ministro Caputo tuiteó que autorizó el giro de $10.000 millones que solicitó el Intendente Susbielles, antiguo aliado de CFK de Bahía. Caputo, sin un solo dato preciso, establece una cifra que nadie está en condiciones de decir qué representa en la magnitud del desastre. Susbielles habría solicitado el doble. Y, por otra parte, son los propios damnificados quienes deber cuantificar sus pérdidas, sumadas a los gastos necesarios para reconstruir el Penna, rutas, puentes, el canal Maldonado y demás instalaciones.
Es evidente, salvo para los terraplanistas que nos gobiernan, que el cambio climático tiene un papel central en la catástrofe. Llovió en seis horas tres veces más que lo que se precipita en promedio en el mes de marzo.
No es sólo el cambio del clima. Un trabajo científico de 2012 ya advertía los riesgos de inundaciones graves en una ciudad atravesada por dos arroyos -que son los que desbordaron- y que está en una olla a la cual confluyen las aguas de las serranías vecinas, buscando el cauce hacia el mar. Un informe del Conicet de… ¡2012! advirtió que las pendientes del terreno, la desordenada expansión del negocio inmobiliario y la reducción de los espacios naturales de absorción dificultaban el drenaje del agua hacia el mar.
La falta de obra pública durante años, que este gobierno agudiza con el ajuste, es una causal del desastre.
El ninguneo por parte del Estado -también durante años- a las advertencias de los estudios científicos, que este gobierno quiere eliminar por completo, también es una causal del desastre.
El vaciamiento del Servicio Meteorológico Nacional, ahora llevado a fondo por Milei, es otra de las causas tanto de esta catástrofe, como de la del 16 de diciembre del 2023.
Pero con estos graves antecedentes recientes mucho más debió haber ocurrido en materia de prevención, tanto de parte del gobierno municipal como del gobierno provincial. Pese a estar anunciada la alerta, no se previeron centros de refugio, servicios de emergencia, guardias permanentes en centros de salud, disposición de alimentos y abrigo en lugares seguros ni una ampliación de los medios de comunicación para atender la emergencia. Durante la mañana del viernes 7, voceros oficiales del municipio informaron que esa misma mañana había salido un contingente de emergencia desde La Plata, también con posterioridad a la catástrofe, cuando las rutas de acceso ya estaban cortadas.
El comité de crisis formado por los tres niveles del gobierno, y con la represora Bullrich como figura central, no se formó para atender los daños, sino para evitar una irrupción popular.
El Partido Obrero y el Polo Obrero, que ya ha puesto en marcha ollas populares en los barrios afectados, se van a empeñar en una campaña de solidaridad en toda la provincia, y en todo el país con las víctimas de la inundación.
Impulsaremos, en conjunto con todas las organizaciones populares y de lucha en Bahía, la puesta en pie de asambleas barriales y vecinales en general para que se releven los daños y para que los fondos estatales para cubrirlos por completo lleguen en tiempo y forma a cada familia damnificada.
