Políticas

6/7/2006|953

Bajo Flores: La “mano negra” del gobierno


El gobierno atribuyó a “una mano negra” la crisis planteada por la ocupación de casi 90 departamentos de un plan de viviendas en el Bajo Flores, así como las ocupaciones de tierras de las últimas semanas en la Villa 21-24, en la Villa 31 y en la 20.


 


Los D’Elía y los Telerman no quieren ver la inmensa crisis social (y de la vivienda) de la Ciudad. Desde 2002, más de 30.000 nuevas familias se alojan en las villas porteñas. Vienen de pensiones o de casas cuyos alquileres se han tornado prohibitivos. En la villa del Bajo Flores viven hoy más de 5.000 familias, pero el gobierno sólo ha “censado” (o sea, reconocido) a la mitad, y prevé construir viviendas para la quinta parte. ¿Pueden “sorprenderse”, entonces, por las ocupaciones de tierras o departamentos?


 


De todos modos, y si de mano negra se trata, digamos que el plan de viviendas de la Villa 1-11-14 fue arrancado por un Cuerpo de Delegados que no forma parte de la “burocracia villera” de la Capital, eternamente aliada a los gobiernos de turno. Los delegados, en su mayoría compañeros bolivianos, ejercen un severo control sobre la adjudicación de los departamentos para evitar su entrega a los punteros. En este cuadro, el gobierno decidió “reubicar” a un conjunto de familias erradicadas de Soldati en departamentos pre-adjudicados a los compañeros de la villa. Lo hicieron sin consultar previamente con el Cuerpo de Delegados ni acordarlo con él, por lo cual un sector de éste resolvió ocupar un conjunto de departamentos preventivamente. La ocupación posterior fue realizada por elementos ligados a la Policía y al PJ, esto en medio de insultos y ataques al Cuerpo de Delegados.


 


Denunciamos al gobierno por la provocación armada contra la organización independiente de la Villa 1-11-14.


 


Por un verdadero plan de urbanización para todas las familias trabajadoras del Bajo Flores, bajo control de los delegados electos.