Políticas

17/4/1997|535

“Bajo la Alumbrera” saquea al fisco y a la provincia”

En su declaración de presentación, los candidatos del PO de Catamarca denuncian que “Saadi y Castillo se han hermanado para entregar por un plato de lentejas la principal riqueza provincial –Bajo la Alumbrera– a los pulpos mineros internacionales”.


Bajo la Alumbrera es el mayor emprendimiento minero del país y uno de los mayores de Sudamérica, con una capacidad de producción de 190.000 toneladas de cobre y 730.000 onzas de oro por año. Será explotada por un consorcio australiano-canadiense.


En un informe firmado por un corresponsal que viajó a la propia Catamarca, una fuente inobjetable de los pulpos imperialistas (Financial Times, 20/3) confirma las denuncias formuladas por los candidatos catamarqueños del PO.


El cronista señala que, gracias a los ‘incentivos’ –tanto provinciales como del gobierno nacional–, los inversores recuperarán el monto de su inversión en apenas cuatro años … mientras que la vida útil de la mina está estimada en más de veinte. Entre esos ‘incentivos’ señala “la rápida devolución del IVA sobre los equipos importados usados por las compañías que exportan toda su producción”. La compañía acaba de recibir, dice el cronista, 8 millones de dólares y se espera que reciba otros treinta millones en los próximos días. El monto total que recibirán los pulpos, sólo por este concepto, es de 120 millones, equivalente al 12% del total de la inversión.


El corresponsal informa que, como consecuencia de la apertura de la mina, “se duplicará el impuesto provincial al ingreso” (alrededor de 24 millones de dólares por año).  Esto, sin embargo, pasa por alto que la provincia redujo las regalías del 8 al 3%. Con una producción anual estimada en 800 millones de dólares, la reducción de las regalías significa que la provincia resigna ingresos por unos 40 millones de dólares por año. Esto equivale al 8% de todo el presupuesto provincial (520 millones). A lo que hay que agregarle la eliminación de impuestos y tasas provinciales. A lo largo de los veinte años de vida útil de la mina, el Estado catamarqueño renunciará a ingresos por más de 800 millones de dólares, equivalentes al 80% del total de la inversión para poner en funcionamiento la mina.


En resumen, si consideramos los más de 800 millones que resigna Catamarca y los 120 millones de impuestos pagados que devuelve la Nación, tenemos que virtualmente la totalidad de la inversión se realiza con fondos estatales.


Según la información brindada por la propia empresa, ya se han firmado contratos para la venta del 100% de la producción en los próximos años, por un monto de 4.000 millones de dólares. Con contratos firmados por el 100% de la producción, con una inversión que goza de enormes subsidios y con una mina que se encuentra, según los especialistas, “entre las minas de cobre con costos de producción más bajos” del mundo, los superbeneficios de los pulpos capitalistas están asegurados. No hay, pues, la menor ‘inversión de riesgo’ en Bajo la Alumbrera.


La entrega de Alumbrera no servirá para desarrollar la provincia. Tampoco servirá para resolver la desocupación. Se crearán, apenas, 650 puestos de trabajo directos … pero ninguno indirecto, porque la producción se exportará prácticamente sin ningún tratamiento y porque la inversión se cumplirá con bienes importados.


Todo esto explica por qué los candidatos catamarqueños del PO denuncian que “el Frente Cívico y el PJ han afirmado que a partir de la explotación de Bajo la Alumbrera, Catamarca ingresará al mapa minero mundial como gran productor de oro y cobre, pero los beneficios se los embolsará un puñado de bancos y multinacionales, y los llevará fuera del país”.