Cerca de mil docentes de la Asamblea de Docentes Unidos -que integra Tribuna Docente junto a otras agrupaciones- ratificó el paro por tiempo indeterminado este último sábado: exigimos 5.500 pesos de básico, que llevaría el salario al costo de la canasta familiar.

En cada localidad y departamento se organizan asambleas que instalan carpas, cortes parciales de tránsito y enormes actividades de solidaridad popular con el reclamo. Concejales y diputados del Partido Obrero han arrancado pronunciamientos solidarios con la huelga en distintos cuerpos legislativos y mañana pondrán a debate en Diputados la exigencia de la renuncia del jefe de Policía que dirigió el operativo represivo de la semana pasada contra la docencia.

La oficialista Asociación Docente Provincial, sindicato con el mayor número de afiliados, combate activamente esta huelga y defiende el 25% en dos cuotas que acordaron con Urtubey en octubre.

Baradel vino a Salta a jugar el vergonzoso papel de apoyar a la dirección rompehuelgas de la ADP y participar de un acto en las puertas del gremio, donde la directiva no logró reunir más que un centenar de personas, a pesar de que el gobierno justificaba la inasistencia de quienes fueran a apoyar a la actual Secretaria General, Patricia Argañaraz.

Urtubey se niega a reabrir paritarias o recibir a los docentes, y repite de este modo la conducta del ex gobernador Romero, cuando en 2005 una huelga docente de similares características marcó el principio del fin de su gobierno.

La docencia salteña, que quedaría con la escala salarial más baja del país si se impone el gobierno, desató una rebelión que conmueve toda la provincia y el miércoles hará una gran marcha provincial para combatir el ajuste.