Bariloche supera los 600 casos activos, en menos de una semana sumó alrededor de 200 casos, el %50 del total no tienen nexo epidemiológico identificado. El sistema de salud de la ciudad está al borde del colapso. En este contexto el intendente de Bariloche, Gustavo Gennuso,  anuncia la apertura del turismo, dejando la situación pandémica en un segundo plano.

Ocurre que en la ciudad ya hubo varias movilizaciones del sector empresarial vinculados con el turismo reclamando la apertura. Pero también se suma a este coro de reclamos los sindicatos del sector, comercio y gastronómicos. Estos se movilizaron en los últimos días usando a los trabajadores para el reclamo, diciendo que es necesaria la apertura para generar trabajo. Si bien es cierto que todos necesitamos trabajar pero estamos en un contexto desesperante atravesados por una pandemia. De esta manera, el gobierno y los sindicatos, instalan un discurso demagogo hacia los trabajadores considerando que los focos de contagios se dan en los lugares de trabajo. De manera cínica, Walter Cortés secretario general del sindicato, Asociación Empleados de Comercio (AEC), llegó a afirmar que no hay contagios en los lugares de trabajo. Este último viernes también se movilizaron transportistas, taxistas reclamando la apertura del turismo.

En este panorama, en las redes sociales, proliferan las denuncias anónimas de contagios en los supermercados y en otros comercios donde la directiva de la patronal es seguir yendo a trabajar a pesar de los contagios de trabajadores sin tomar ninguna medida para evitar más contagios. Algunos supermercado, incluso, han restringido el protocolo de ingreso a los mismos. La dirección del gremio del sector (AEC)  en un silencio cómplice.

El gobierno busca un chivo expiatorio para desligarse de sus responsabilidades. Recientemente desde el hospital zonal afirmaron que, el 30% de los pacientes positivos que realizan la cuarentena en sus casas no cumplen con las restricciones. Esta situación está siendo utilizada por el gobierno para culparlos de la propagación del virus cuando en realidad desde el gobierno municipal está en un impasse y decide no avanzar en medidas que permitan adecuar espacios y disponer de personal idóneo y capacitarlos para resguardar a pacientes con Covid-19.

La “prueba piloto” de apertura turística

La propuesta de apertura del turismo, al interior de la provincia, para los primeros días de octubre que propone Gennuso es avalado por la gobernadora Arabela Carreras. Lo cierto es que el protocolo presentado para la apertura es un despropósito pero consciente de ello, los turistas que lleguen a la ciudad no deberán cumplir con el aislamiento de 14 días por ahora exigido cuando regresen. Tampoco se les exigirá un hisopado negativo previo al viaje. Los turistas deberán contar con un seguro médico que incluya un hisopado en caso de presentar síntomas. (En Estos Días)

Vale recordar que hay pueblos al interior de la provincia sin casos, la apertura del turismo en Bariloche y probablemente en otras ciudades como El Bolsón, propiciará a diseminar el virus a todos los pueblos definitivamente.

Por una salida de los trabajadores

Lo cierto es que en Bariloche desde antes ya se han liberado actividades en bares, restaurantes entre otros comercios que permite un flujo importante de personas, lo cual explica los aumentos desmedidos de contagios. La apertura del turismo sería librar la salud a dádiva del Covid-19. Ante esta situación hay un silencio absoluto por parte de la oposición del arco kirchnerista municipal y provincial, quienes no han salido a condenar las decisiones del oficialismo.

La respuesta a la situación actual no puede ser la apertura de la cuarentena (apertura del turismo) como salida en lugar de una respuesta real para los trabajadores que tienen los salarios desvalorizado, con una asistencia insuficiente a los desocupados y temporarios. El Estado debe responder y asistir a cada trabajador afectado por la pandemia para sobrevivir, pero el Estado tiene un compromiso con los bonistas y ahora con el FMI quien realmente traza para el gobierno una ruta de ajuste.

Ante el cuadro catastrófico que se presenta en la ciudad es necesario que los trabajadores en los lugares de trabajo deliberen en asamblea un plan de lucha para conquistar la apertura de paritarias, mejoras salariales, más recursos e insumos para la Salud y sus trabajadores, una asistencia de $ 40.000 al trabajador parado e imponer protocolos contra el Covid-19 a las patronales.