Políticas

27/4/2006|943

Bariloche, capital nacional de las “tomas”


El mismo cuadro de emergencia habitacional que denunciamos en El Bolsón es distintivo de toda la zona andina. La feroz especulación inmobiliaria y los altísimos costos de los terrenos, de los alquileres y de las viviendas, se combinan con el hacinamiento en las barriadas populares y la falta de posibilidades de acceder a la vivienda propia para miles de pobladores; “pese a tener trabajo, más del 40% de las familias barilochenses no tienen posibilidades de acceder a un terreno propio”, declara Jorge Paolinelli, director de Tierras y Vivienda del Municipio (diario Río Negro, 5/4).


 


Esta situación ha desembocado en una sucesión de “tomas”, algunas multitudinarias, que conforman el “otro” Bariloche, el que no sale en las postales.


 


En abril, 75 familias ocuparon el predio de Elordi y Mascardi, 50 más ocuparon los terrenos aledaños al viejo Tiro Federal y casi un centenar se instalaron en el barrio Las Mutisias. Hace menos de dos meses ¡1.600 familias! organizadas en la Asociación de Familias por una Vivienda Digna, tomaron 50 manzanas en Nahuel Hué, y centenares más se apiñan en el faldeo del Ñireco, una zona de derrumbes.


 


Existen además asentamientos “históricos”, legitimados por el paso del tiempo, pero cuyos vecinos viven todavía en la incertidumbre, como sucede, por ejemplo, en los barrios El Frutillar o 34 Hectáreas (el solo nombre del barrio da una idea de lo masiva que fue la “toma” que le dio origen).


 


El accionar oficial es prácticamente inexistente. Actualmente, hay en construcción solamente 120 viviendas por operatoria provincial (IPPV), mientras que 166 del Plan Federal fueron relocalizadas en otras ciudades rionegrinas ante la desidia del Municipio en proveer las tierras necesarias para su construcción. Para el Gobierno del intendente Icare — protagonista de un reciente “pase” de la UCR al kirchnerismo, ‘sponsorizado’ por De Vido y un suculento menú de “aportes nacionales” — la solución del problema no es de competencia municipal, según el secretario de Gobierno, Adolfo Fourés al diario Río Negro (6/4).


 


Luis D’Elía, bombero de ocasión


 


Ante la explosiva situación social desembarcó en Bariloche el subsecretario de Tierra y Hábitat Social de la Nación, Luis D’Elía. Su visita es la resultante del fracaso de la Comisión formada por funcionarios municipales, provinciales y de la FTV en ponerle coto a la ocupación de terrenos.


 


“Parar con las tomas”, fue la consigna que movilizó al funcionario K porque “ahora hay una política oficial para darles respuesta a los sin techo”.


 


Luis D’Elía descartó las expropiaciones “que significarían una salida muy engorrosa” y planteó que el gobierno nacional “daría una mano” (sic) para comprar las tierras a los “legítimos” propietarios y vendérsela a los ocupantes, previa encuesta social.


 


Articular con el municipio las distintas operatorias para “comenzar a atender” la emergencia, llevará “no menos de 90 días”, según Paolinelli (Río Negro, 19/4), en el transcurso de los cuales se abrirá un Registro de Personas con Carencia Habitacional. “Mi estimación es que se anotarán unas 12.000 familias”, declara el propio Paolinelli (ídem). “Sobre esta lista se realizarán las encuestas y relevamientos sociales necesarios para armar un orden de prioridades que permita asignar los beneficios con la mayor transparencia” (ídem). Obviamente los tiempos de los funcionarios no son los mismos que los de los ocupantes.


 


Organizar las “tomas” en una Coordinadora de Tomas, vincularse con las localidades vecinas — El Bolsón, Villa La Angostura, San Martín de los Andes — con similar problemática, para elaborar un plan regional de movilización y lucha por una vivienda digna es el único camino para una salida que contemple a todos los ocupantes de terrenos, en los términos de su reclamo.